Juicio contra los dos menores implicados en el 'crimen de la movida' de Cádiz

Los dos menores, de 17 años, acusados de participar presuntamente en la agresión de Francisco Gamboa, un universitario de 23 años que falleció el 12 de noviembre del año pasado en una zona de la movida juvenil de la ciudad de Cádiz, declararon ayer en el juicio que se desarrolló en la sección tercera de la Audiencia de Cádiz. La defensa de los menores alega que actuaron bajo los efectos del alcohol y el hachís.

La imputación más grave recae sobre uno de estos chicos, que se enfrenta a una posible pena de 7 años de internamiento como coautor del presunto delito de homicidio. El otro se sentó en el banquillo de los acusados imputado por un delito de lesiones.

Los hechos se remontan al 12 de noviembre de 2004 cuando la víctima se disponía a las seis de la mañana a regresar a su domicilio después de disfrutar con unos amigos de una fiesta en uno de los locales nocturnos de la Punta de San Felipe -una de las zonas donde se concentra la movida juvenil-. En su camino de retorno, tropezó involuntariamente con un joven que supuestamente comenzó a golpearlo y le asestó un navajazo en el costado izquierdo. El herido cayó al suelo y comenzó a sangrar abundantemente. Pese a la gravedad de las heridas, la pandilla del agresor, de edades comprendidas entre los 17 y 23 años, siguió golpeándole. Incluso uno de los agresores arrancó una señal de tráfico de dos metros y medio de tamaño, con la que golpeó brutalmente a la víctima. Gamboa ingresó muy grave en el hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde falleció horas más tarde.

Ambos menores, que están internados en un centro de Almería, estaban bajo los efectos del alcohol y el hachís, según confesaron en su declaración inicial ante la Policía. La defensa espera que sirva de atenuante. También testificaron 14 testigos, algunos de ellos presenciales de la agresión mortal. Dos de los que prestaron declaración son mayores de edad que están internados en la prisión de Botafuegos de Algeciras por participar en la agresión. Uno está imputado como presunto autor material del apuñalamiento mortal. En calidad de testigo, reiteró ayer que agredió al fallecido con la señal de tráfico, pero que no empleó ningún arma blanca.

La familia del fallecido, que se ha personado como acusación particular, siguió las declaraciones dentro de la sala. Fuera de la Audiencia se concentró una treintena de amigos y familiares de Francisco Gamboa. Más de 4.000 se manifestaron por las calles de Cádiz días después del asesinato para reclamar justicia y pedir más seguridad en la zona de la movida juvenil gaditana.