Ideas frescas para la ciudad del futuro
Estudiantes de arquitectura proponen proyectos para el parque de Ausiàs March en Gandia
750 alumnos de Arquitectura de la Universitat Politècnica de València afrontaron el curso pasado el reto de plasmar sus conocimientos académicos en un espacio real, una actuación arquitectónica en el parque Ausiàs March de Gandia. La propuesta formaba parte de una de las asignaturas prácticas de la carrera, el Taller 2, y había surgido de las conversaciones entre la universidad y el Ayuntamiento gandiense, por intermediación de Josep Santatecla, arquitecto municipal y profesor en la universidad. No había incentivos como un premio al mejor proyecto, o la posibilidad de ejecutar el trabajo con mayor puntuación, simplemente se ofrecía a los estudiantes la oportunidad de pensar, trabajar y enfrentarse a un proyecto realizable, como si de su primer encargo laboral se tratara.
Los estudiantes se enfrentaron a un espacio no resuelto urbanísticamente
El resultado han sido 60 trabajos, de un "alto nivel" según el coordinador del Departamento de Proyectos Arquitectónicos en la Universitat Politécnica y del Taller 2, Vicente Mas. Los proyectos han sido publicados en un libro-catálogo, financiado por el Consistorio gandiense, que pasará a formar parte de la bibliografía de la ciudad. Entre las propuestas finales se han seleccionado diez maquetas, que serán expuestas en una muestra que se inaugurará mañana martes, día 27, en la casa de cultura Marqués de González de Quirós. Coincidiendo con este acto, Giancarlo Cataldi, profesor de Proyectos Arquitectónicos de la Facultad de Arquitectura de Florencia, ofrecerá una conferencia que abrirá una mesa redonda con el título Repensar la ciudad desde proyectos concretos. Participarán en el debate el vicerrector de Infraestructuras de la Universitat Politècnica de València, Arturo Martínez; el director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia, Ignacio Bosch; el profesor Vicente Mas, y el jefe del área de arquitectura de la concejalía de Planificación y Proyectos del Ayuntamiento de Gandia, Josep Santatecla.
Zona de actuación
Los estudiantes se enfrentaron a un espacio público, el parque Ausiàs March y su entorno, que el Ayuntamiento todavía no ha resuelto urbanísticamente y que se encuentra en peligro de degradación. Esta zona periférica está situada en una de las riberas del río Serpis, un cauce fluvial que crea una barrera física y visual, y limita en su extremo este con una zona industrial, poco atractiva. Frente al parque se divisa el perfil histórico de la ciudad, con edificios como el Palau dels Borja o el hospital de Sant Marc, reconvertido en museo arqueológico. La experiencia pretendía recoger ideas para conectar estos dos espacios, y acabar de configurar la ciudad y su centro urbano. "Queríamos contar con puntos de vista jóvenes y atrevidos, que imaginaran el espacio con una visión de futuro, en una zona urbana todavía no resuelta", señala Josep Miquel Moya, concejal responsable del área de Planificación y Proyectos en el Consistorio gandienses.
Las propuestas sobre las que los estudiantes tuvieron que trabajar durante el curso eran dos: el diseño de un grupo de viviendas con unas características específicas (espacios comunes, zonas abiertas y accesos diferenciados); y un centro social de barrio, vinculado a la ciudad. Cada uno de los 60 grupos estaban integrados por alumnos de distintos cursos. Para los alumnos de final de carrera, se ofrecía también el reto de idear en la zona un palacio de congresos o un auditorio. El resultado son tendencias de lo más diversas: desde bloques de viviendas lineales, con un espacio central donde ubicar el edificio social, a casas de ciudad en forma de cubo; la apertura a "grandes espacios públicos" mediante macromanzanas a partir de una plaza central; edificaciones a modo de plataformas; o la rehabilitación del río y la utilización de sus márgenes como paseos. Algunas de las propuestas de estos jóvenes, arquitectos de las futuras ciudades, no se alejan de las pretensiones de la actual Corporación municipal que ha encargado al arquitecto Navarro Baldeweg una intervención en el margen del río donde se asientan los restos de la Gandia histórica.
Tanto Vicente Mas, responsable del taller académico, como Moya coinciden en manifestar su satisfacción por el resultado de la experiencia. "Se trataba de experimentar todas las posibilidades de actuación y soluciones, y aunque no se pretendían que fueran aplicables hay ideas muy interesantes", señala Mas. La consecución de alguna de estas visiones y propuestas formará parte de un futurible debate político, todavía por abrir.
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