"El invierno debe ser temporada alta"

La competencia de nuevos mercados emergentes y los cambios de hábitos de los turistas, obligan a buscar nuevas estrategias de promoción, según el consejero de Turismo, Comercio y Deportes, Paulino Plata, quien asegura que los enormes atractivos de Andalucía deben permitir que todo el año sea temporada alta.

Pregunta. Los datos de afluencia turística en lo que va de año, especialmente en verano, son muy buenos, pero sin embargo hay una disminución de los ingresos económicos.

Respuesta. El dato que tiene más valor es del gasto medio diario, que se incrementa, lo que pasa es que lógicamente si el turista pasa menos días, el gasto total desciende. ¿Qué hacer para que la gente esté más tiempo? No es fácil, hay varios factores que están cambiando el turismo de manera muy intensa, , mayor movilidad, en la que influyen la mejora de las comunicaciones y las compañías aéreas de bajo coste, y la posibilidad que ofrece internet de que el mismo cliente se organice sus propios viajes.

"Hay zonas en las que podrán abrirse nuevos hoteles a cambio de cerrar otros"

P. ¿Y qué estrategias serían adecuadas para compensar los efectos de esta tendencia?

R. Hay que fidelizar a quienes nos visitan cada año. Este año sobrepasaremos los 23 millones de turistas, y más de la mitad ya han venido otros años, eso hay que cuidarlo. Y hay que hacer promoción para que todos aquellos que tienen motivaciones que se corresponden con nuestra oferta turística conozcan la calidad de nuestro producto. Andalucía cuenta con una enorme diversidad y variedad de atractivos turísticos, el turismo cultural va en alza y los datos son esperanzadores, o la naturaleza, la gastronomía, o el turismo de salud, el deportivo o el de congresos que es muy interesante económicamente. Hay que desarrolar estos segmentos.

Deberíamos hacer especial hincapié en el invierno, nuestro clima nos da una gran ventaja competitiva en el espacio europeo, y muchos de nuestros atractivos incluso se disfrutan mejor en invierno, tenemos que hacer que sea también nuestra temporada alta.

P. ¿Por qué no acaban de atraerse a turistas de otros países europeos además de Alemaia y Reino Unido?

R. Estamos haciendo un trabajo de visitar esos mercados para conocerlos y hacer campañas muy especiales. Por ejemplo, en Noruega hemos visto que hay 4,5 millones de clientes potenciales con una de las rentas per cápita más altas del mundo, con más de un millón de licencias de golf. Tenemos que hacer planes específicos para cada mercado. Apostar por el invierno es apostar por también por el turismo hotelero.

P. ¿Cómo competir con nuevos destinos turísticos que ofrecen además precios más baratos?

R. El escenario actual está marcado por una competencia creciente. Hay zonas como Turquía, Túnez, Croacia, Egipto que están creciendo mucho y tienen una oferta mucho más barata que la nuestra. Nosotros tenemos que incidir en la relación calidad precio, no podemos ofrecer precios más baratos porque nuestros costes son superiores, y tenemos que jugar con nuestra diversidad, pocos lugares como Andalucía pueden ofrecer tantos aspectos atractivos.El turista busca cada vez más autenticidad en los destinos y pasarlo bien. La variedad es nuestro atractivo, pero tenemos que trabajar muy intensamente con las empresas para hacer promociones específicas, particularizadas por territorios y segmentos y no tanto genéricas, en las que otros nos llevarán ventajas. Hay que llegar lo más cerca posible del cliente.

P. Este verano ha vuelto a haber muchas quejas por el estado de suciedad de las playas.

R. Es un asunto que tiene mucho que ver con la depuración de aguas. Hemos hecho un programa novedoso de playas para hacerlas más atractivas y que sean verdaderos espacios de ocio.

P. Pero si al final el agua está sucia, de poco vale todo eso.

R. El objetivo debe ser que no se vierta al mar una sola gota de agua sin depurar, y buena prueba de la necesidad de reciclar el agua la tenemos ahora en un momento de sequía, aunque eso no depende de nuestras competencias. Si hemos puesto en marcha un programa de investigación para buscar métodos eficaces de eliminar los residuos en superficie.

P. Las encuentas a los turistas también evidencian que el tráfico y las infraestructuras de transporte son puntos dénbiles.

R. Hay que reconocer que es están haciendo esfuerzos extraordinarios en materia de infraestructura. Hay soluciones en marcha y otras previstas que van a dar a estos problemas una respuesta satisfactoria, el problema es que en los ocho años de gobierno del PP no se invirtió ni en infraestructuras ni en playas.

P. Ha anunciado modificaciones a la Ley de Turismo ¿qué cambios son necesarios?

R. Queremos enriquecer la ley, que habla mucho de los servicios turísticos, pero debe abordar otras cuestiones relativas al espacio turístico y a los productos turísticos. Estamos haciendo un análisis técnico de algunas propuestas para debatirlas después con la CEA y los empresarios. Tenemos que usar el espacio de la mejor manera posible, con lo que produzca más rentabilidad económica, social y medio ambiental, y eso hay que incorporarlo a la ley, en consonancia con la Ley del Suelo.

P. ¿Se refiere a las reservas de suelos para hoteles?

R. No solo para hoteles, para servicios y productos turísticos, para atender en definitiva lo que la demanda nos plantea. La ley tendrá que recoger algunas de las conclusiones del plan de recualificación de la Costa del Sol por ejemplo sobre saturación de espacios, que existe en algunas zonas, o de medidas para mejorar la oferta.

P. ¿Eso significa que no descarta la polémica moratoria?

R. Hay fórmulas más inteligentes que la moratoria, por ejemplo la apertura de nuevas plazas a cambio de cerrar otras más obsoletas, o que permitan una esponjación. Son ideas que hay que debatir, además cada zona requiere medidas muy diferentes, no hay medidas válidas para todo el territorio.

P. Desde la consejería se anima a la apertura de nuevos hoteles, cuando el sector se queja de existe una de sobreofrta.

R. La situación es muy variada, el problema de la Costa del Sol no existe en Huelva o en Cádiz. Hay áreas donde un hotel nuevo significa repartir la ocupación que hay, y eso no parece muy inteligente, pero en otros casos puede servir como dinamizador de la demanda

P. ¿Por qué no le satisface la actual regulación de los municipios turísticos?

R. Estamos de acuerdo con que exista esa figura, pero queremos modificar la regulación para ajustarlas a criterios más razonable. El número de visitantes no es solo indicativo de la actividad turística, lo más importante es que los ayuntamientos turísticos se comprometan con la administración autonómica a una serie de actuaciones que garanticen la implantación de la calidad y la excelencia en la actividad turística, no otorgar solo un decreto porque si, porque se reunen unos requisitos, a veces se producen situaciones muy paradójicas.

P. Los ayuntamientos ya declarados turísticos se quejan de que no han tenido las ayudas que se suponían recibirían.

R. El problema es que se crearon una expectativas pero no había dotaciones económicas comprometidas, y además muchos ayuntamientos han pedido cosas que no tienen nada que ver con la actividad turística. Lo que queremos es que cuando se declare un municipio turístico la Junta y el ayuntamiento firmen un acuerdo para desarrollar una serie de actividades e incluso ayudar a ese municipio a gestionar sus tasas para que ingrese la mayor cantidad de dinero posible. Como hemos decidido modificar los criterios, cuando esté el nuevo decreto llegaremos a acuerdos con los ayuntamientos ya declarados turísticos.

P. ¿Es compatible que en la Costa del Sol se proyecten más de medio millón de viviendas en los próximos años con preservar un modelo turístico de calidad?

R. Hay una demanda de las promotoras muy fuerte, y regular el crecimiento no es fácil, pero es una necesidad. Desde Turismo lo que podemos hacer es colaborar con Obras Públicas para que los planes de ordenación territorial incorporen la perspectiva turística de manera muy intensa, pues es la primera actividad económica y no considerarlo puede ser nefasto. Hay que equilibrar la actividad residencial y la hotelera. Es a Obras Públicas a la que le corresponde definir el modelo de desarrollo, pero hay que acompasar los tiempos, por ejemplo con la necesidad de obras de infraestructuras.