El almacenamiento de CO2 permitirá captar hasta el 40% de las emisiones
Un informe de Naciones Unidas advierte que esta tecnología es útil pero no la panacea
Las tecnologías de secuestro de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero, cuya concentración creciente en la atmósfera terrestre provoca el cambio climático, podrían sustraer entre un 20% y un 40% de las emisiones mundiales hacia 2050. Ésta es la estimación de un estudio realizado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, en sus siglas inglesas), organismo científico de Naciones Unidas. La estrategia no es una panacea pero, debidamente utilizada, puede ayudar a contener las emisiones este siglo, afirma el informe.
El documento, cuyo contenido ha adelantado France Press, es el borrador de un informe elaborado por expertos del IPCC y se presentará en una reunión internacional que se celebra la semana próxima en Canadá. Esta dirigido a los responsables de tomar decisiones políticas y económicas para afrontar el problema del cambio climático.
El secuestro de CO2 es una tecnología aún en desarrollo que se aplicaría en fuentes emisoras de este gas, como yacimientos de combustibles fósiles, plantas energéticas y determinadas instalaciones industriales. Pese a que hay que aplicar energía para captar y almacenar el CO2, el saldo sería positivo, indica el IPCC. Los costes de la captura de CO2 pueden reducirse en un 20% a 30% o más en las próximas décadas con nuevas tecnologías.
El gas capturado en formaciones geológicas o en el océano; incluso cabe aplicar procesos industriales para fijarlo en compuestos de carbono. El almacenamiento geológico puede realizarse en formaciones naturales profundas estables, en minas abandonadas, en yacimientos petrolíferos y gasíferos o en formaciones de aguas salinas.
Algunos métodos se están diseñando y ensayando ya en tres proyectos de escala industrial (en Noruega, Canadá y Argelia). "Los componentes de la captura y secuestro de carbono están en diferentes fases de desarrollo", indica el informe del IPCC, señalando que es posible poner en marcha un sistema completo a partir de las tecnologías existentes. El almacenamiento oceánico de CO2 está aún en fase de investigación.
En España el Ciemat pondrá en marcha un proyecto de secuestro de CO2
El principal riesgo, a escala global, es el escape de gas. "Los escapes continuos de pequeñas cantidades durante un tiempo prologado pueden contrarrestar los beneficios del secuestro a la hora de mitigar el cambio climático; dependiendo de la opción de almacenamiento y de los procesos, los escapes pueden convertirse en una fuente de emisión dispersa difícil de controlar", advierte el IPCC.
Los expertos señalan dos posibles situaciones de escape del de CO2
secuestrado: el escape repentino debido a algún fallo en el sistema, y el escape gradual por fracturas y desperfectos no detectados. "Los impactos de concentraciones elevadas de CO
2 en la superficie pueden incluir efectos letales para las plantas y los animales del subsuelo, así como la contaminación de las aguas subterráneas", advierte el informe. "Flujos altos [de CO 2] en combinación con condiciones atmosféricas estables pueden producir niveles altos locales de concentración de CO2 en el aire que pueden producir daños en los animales o en las personas". La inyección a alta presión de CO
2 puede provocar pequeños seísmos.
Pero el informe señala que aunque es limitada la experiencia con esta tecnología, los conocimientos científicos y la experiencia industrial pueden servir como base para desarrollar estrategias de control del riesgo y de actuación ante problemas. Las mayores incertidumbres residen en la inyección directa de CO2 en las profundidades oceánicas al abordarse los efectos en los ecosistemas a largo plazo y en gran escala.
Potencial tecnológico
Los expertos del IPCC destacan que, según los datos disponibles, en el planeta habría una capacidad de secuestro de unas 2.000 gigatoneladas de CO2 en formaciones geológicas. Destacan en primer lugar pos ru potencial tecnológico el almacenamiento en yacimientos de gas y petróleo agotados, y en fomraciones salinas, aunque las incertidumbres respecto a estas últimas es alto aún por falta de datos, mientras que se conoce mejor la situación de los yacimientos petrolíferos.
En cuanto al secuestro en las profundidades oceánicas, el borrador del informe recuerda que la capacidad potecial de podría ser de miles de gigatoneladas, pero recuerdan las incertidumbres de los impactos medioambientales, como la alteración del grado de acidez del agua.
Los expertos recuerdan que las incertidubmres sobre estas estimaciones son importantes y que los resultados de estas estrategias a corto plazo pueden ser inferiores a los potenciales debido a los impactos ambientales, los riesgos de filtraciones del CO2 captado o la misma aceptación social de esta opción.
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