El Consejo de Administración de RTVE rechaza con los votos del PP los presupuestos para 2006

El Consejo de Administración de RTVE rechazó ayer el anteproyecto de presupuestos del grupo estatal para 2006, que prevé unas pérdidas de 801,7 millones de euros (un 10,5% más que este año). Para sacar adelante las cuentas, la directora general de RTVE, Carmen Caffarel, necesitaba una mayoría de dos tercios. La votación se saldó con seis votos a favor (PSOE, CiU y la propia Caffarel) y cinco en contra (PP). El vocal de Coalición Canaria no asistió.

"Éste es un presupuesto continuista porque todo el mundo sabe que hace falta una reforma estructural de gran calado para combatir un déficit de 800 millones como el previsto para 2006", aseguraron fuentes próximas a la dirección del ente público. Con este volumen de pérdidas, la deuda acumulada marcará un techo histórico: 8.300 millones.

Las mismas fuentes insistieron en el apoyo "al futuro de RTVE en un momento en el que se inicia la transición hacia su viabilidad y modernización". Para la compañía, estos presupuestos son "los últimos condicionados por la deuda, porque esta situación es insostenible y no puede mantenerse por más tiempo". RTVE sostiene que "si no se acomete la reestructuración y el plan de viabilidad, para que TVE no tuviese pérdidas sería necesario un imposible: que alcanzara el 50% de la audiencia".

Para 2006, el gasto total será de 1.535,7 millones (un 0,05% menos). Las pérdidas se agravarán, según RTVE, por la aparición de nuevos operadores, que mermarán la captación de ingresos publicitarios (721 millones de euros, el 9,2% menos que este año).

Los consejeros socialistas defendieron las cuentas por ser de "transición" hacia un nuevo modelo de financiación que será definido por el Parlamento. En su opinión, las inversiones anunciadas (102,5 millones en tecnología y una dotación de aprovisionamiento para la compra de productos audiovisuales que crece en 30,2 millones) garantizan la capacidad competitiva de la compañía. El PP argumentó que el presupuesto pone de manifiesto la falta de "credibilidad" del Gobierno.

Los sindicatos recibieron con preocupación las cuentas. CC OO expresó su "sorpresa" porque no reflejen "el compromiso del presidente del Gobierno de pagar los intereses que genera la deuda acumulada" (230 millones), factor que incrementará "la imagen de quiebra" del grupo estatal. UGT criticó que la casilla de "subvención estatal" esté en blanco y aseguró que la propuesta de la dirección "agravará" la capacidad de producción y abastecimiento, con riesgo para la compra de derechos cinematográficos y deportivos.