Los liberales se ofrecen a pactar con los ecologistas pese a sus diferencias
El FDP rechaza cualquier colaboración con el partido del canciller Gerhard Schröder
El presidente del partido liberal FDP, Guido Westerwelle, no descartó ayer entrar en un Gobierno de coalición en el que también estén presentes Los Verdes. "Naturalmente usaremos cualquier posibilidad para que pueda haber en Alemania un Gobierno negro-amarillo", dijo Westerwelle en referencia a su deseada coalición de Gobierno con los cristianodemócratas de Angela Merkel.
Westerwelle expresó sin embargo sus reservas. "No sé si Los Verdes están dispuestos a reinventarse de tal manera que alcen al poder a una coalición negro-amarilla, pero tampoco lo puedo descartar". La repulsa que caracteriza a la relación entre liberales y Verdes haría esta opción tortuosa y difícil. Westerwelle detesta a Los Verdes por considerar que su política ecologista no hace más que poner trabas a la economía. Sin embargo, el resultado electoral del domingo sólo permite un Gobierno de democristianos y liberales si consiguen que otro partido los apoye.
El presidente liberal volvió a negar la posibilidad de entrar en una coalición con los socialdemócratas de Gerhard Schröder y Los Verdes con el argumento de haber hecho toda la campaña dirigida a sacar la coalición rojiverde de la Cancillería. "Descartamos categóricamente una coalición semáforo. Lo hemos decidido por unanimidad". "No estamos dispuestos a prolongar esta miseria de Gobierno rojiverde con Gerhard Schröder a la cabeza", dijo.
En una carta al presidente del partido socialdemócrata SPD, Franz Müntefering, Westerwelle respondió a la invitación del SPD al diálogo: "Dado que el SPD no ha recibido el encargo de los electores para formar Gobierno, no aceptamos su invitación a conversaciones de sondeo".
Westerwelle bromeó: "Los intentos de acercamiento del SPD me recuerdan cada vez más al acoso, y eso está prohibido en Alemania".
Los liberales insistieron durante toda la campaña en que, si no resultaba una mayoría conservadora de las elecciones, la habría para un Gobierno de la izquierda. Ayer Westerwelle volvió a advertir del peligro de que los partidos de izquierda pacten en el Bundestag (Parlamento federal) y dijo estar seguro de que Schröder hará cualquier cosa para mantenerse en el poder. Sin embargo, tanto Schröder como el Partido de la Izquierda han descartado tal colaboración o tolerancia.
El secretario general del partido elogió los méritos de Westerwelle por contribuir al "mejor resultado electoral desde la reunificación". Los liberales lograron un 9,8% de los votos en las elecciones parlamentarias del domingo. Después del 7,4% que obtuvieron en 2002, los liberales tendrán en la decimosexta legislatura, 14 diputados más (un total de 61) que en la que termina.
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