El Real Madrid busca la manera de impugnar el partido de Montjuïc

El departamento jurídico del Real Madrid dedicó la mañana de ayer a estudiar las posibilidades de impugnar el partido que el equipo perdió frente al Espanyol (1-0) el domingo, en Montjuïc. Los abogados del Madrid, encabezados por Antonio Vázquez y apoyados por asesorías externas, actuaron a instancias del presidente, Florentino Pérez, en un intento por subsanar el posible error arbitral que precedió al gol decisivo de Jarque. Cuando el futbolista del Espanyol cabeceó la pelota el juez del encuentro, Rodríguez Santiago, se llevó el silbato a la boca y sopló señalando con el brazo un posible penalti de Sergio Ramos sobre Lopo. Décimas de segundo más tarde, el balón golpeó la red de Casillas. El árbitro dio por bueno el gol, como si la sanción que pretendía señalar con el silbatazo ya no tuviese sentido.

El presidente dijo en agosto: "Hay que jugar bien y respetar cualquier decisión arbitral"

Hoy, el Madrid decidirá si presenta el recurso en el Comité de Competición. El director de comunicación del club, Antonio García Ferreras, argumentó los motivos para hacerlo: "Las posibilidades de que impugnemos son del 95%. Después de analizar el vídeo del partido hemos llegado a la conclusión de que el árbitro no comete un error de apreciación. Aquí no se trata de lo que el árbitro vio o dejó de ver. De lo que se trata es de un error en la aplicación del reglamento. Porque pitó. En el vídeo el sonido es claro y es evidente que no vino de las gradas. Y una vez que un árbitro pita se tiene que interrumpir la jugada. Dar el gol por válido como hizo es contrario al reglamento".

El tanto de Jarque selló el marcador. El Madrid regresó de Barcelona como de Lyón: sin marcar. Después de sumar su tercera derrota consecutiva de cuatro partidos que lleva disputados esta temporada. En los despachos la situación es percibida con dramatismo. Tanto que, según fuentes del club, Florentino Pérez consideró la posibilidad de hacer algo que nunca se ha llevado a cabo en la historia moderna del fútbol español: acudir a la justicia deportiva para lograr que el partido se repita. Bajo esta directriz se pusieron a trabajar los abogados, en busca de pruebas suficientemente contundentes. La única que encontraron es de dominio público: el vídeo del partido.

Hasta ayer por la noche los abogados del Madrid examinaron las posibilidades jurídicas que se les ofrecían. En el club reconocen no tener claro a dónde conducirá la "impugnación del acta arbitral", como se llama técnicamente el procedimiento. Algunos creen que a la anulación total del partido, otros, que a suprimir sólo la decisión de conceder el gol al Espanyol. Esto podría llevar a la necesidad de ejecutar un penalti que se pitó, pero que nunca fue lanzado.

Mientras el departamento jurídico pasaba la cinta, en otro rincón del Bernabéu, en las oficinas de Real Madrid TV, el informativo oficial de la mañana denunciaba sin muchos velos una conspiración de la federación contra el club. "Este año", decía el presentador, "el Real Madrid tendrá otro rival: el colectivo arbitral. Al Madrid le van a pasar todas las facturas juntas desde un estamento que todos conocemos (...). A este paso, mejor dejemos que la Liga se la disputen los otros. Si el Madrid se salva del descenso es de casualidad".

Para concluir, el informativo oficial madridista hacía alusión a la última elección presidencial de la federación española, cuando Ángel María Villar renovó su mandato, como fuente principal de la desgracia en Montjuïc: "Otra vez perdió el Madrid y la mayoría tan contentos, sobre todo esos a quienes no votamos en su día".

Se hace difícil encontrar paralelismos entre la línea de Real Madrid TV y el discurso de Florentino Pérez ante la asamblea de socios, del 23 de agosto: "Nunca me ha gustado jugar al victimismo. Nunca hemos hecho una crítica de los árbitros. Lo que tenemos que hacer es jugar bien y respetar cualquier decisión de los árbitros".

Florentino Pérez y Antonio García Ferreras viajaron juntos en el avión que trajo al equipo desde Barcelona. Ambos dirigentes hablaron más entre ellos que con Luxemburgo, el entrenador, Butragueño, el responsable del fútbol, o los jugadores.