_
_
_
_
Reportaje:GESTIÓN Y FORMACIÓN

Las empresas ponen a prueba su memoria

Las grandes compañías empiezan a verificar sus informes de responsabilidad social corporativa

Amaya Iríbar

No está claro si la responsabilidad social corporativa es una moda o una tendencia clara en la forma de gestionar las grandes empresas. Lo que sí lo está es que éstas invierten cada vez más tiempo y dinero en comunicar a los mercados lo bien que lo hacen en este terreno. La última tendencia es verificar sus memorias especializadas. En España ya lo hacen 10 empresas del Ibex.

Diez compañías del Ibex 35 han sometido su último informe anual específico a la opinión de un tercero independiente

Telefónica va por su tercer informe anual de reputación corporativa. Caja Madrid acaba de presentar esta misma semana el primero. Desde hace un par de años ha crecido de forma significativa el número de empresas cotizadas que presentan una memoria separada para dar cuenta de sus actividades económicas, medioambientales y sociales y de cómo se relacionan con sus principales grupos de interés (accionistas, clientes, empleados, proveedores...). En España lo hacen ya el 25% de las grandes empresas, cuando en 2002 ese porcentaje se quedaba en el 11%, según un reciente estudio de la auditora KPMG. En Reino Unido ese porcentaje llega al 71%.

La tendencia es imparable, coinciden los expertos consultados. Y lo es por varias razones. Por la presión de los mercados, que cada vez muestran mayor interés no sólo por cuánto dinero ganan sino también por cómo ganan ese dinero. Para distinguirse de los competidores. Para huir de los escándalos. Y porque las compañías empiezan a darse cuenta de que gestionar la responsabilidad social corporativa como un proceso más de la empresa sirve para reducir riesgos.

En Telefónica, por ejemplo, donde empezaron un proyecto específico en el año 2001, han desarrollado procesos internos para medir 98 indicadores distintos que tienen que ver con aspectos laborales, gobierno corporativo, relaciones con clientes o política ambiental, por poner sólo algunos ejemplos. Los responsables del proyecto han empezado por el Grupo Telefónica, pero han trasladado el modelo también a las filiales de Perú, Argentina, Brasil y Telefónica Móviles, que editan sus propias memorias anuales, explica Alberto Andreu Pinillos, subdirector de Reputación Corporativa.

Todos esos indicadores han sido verificados por primera vez para el informe de este año por Deloitte, que también ha puesto su sello a la memoria de Caja Madrid.

Se trata de otra tendencia clara para el futuro, recogida también por la comisión creada por el Ministerio de Trabajo sobre responsabilidad corporativa. El primer texto salido de esa mesa que reúne a una treintena de expertos recomienda "el reporte de las empresas a las partes interesadas y a la sociedad en general y la verificación de dicho reporte".

Ese paso ya lo han dado 10 de las 35 compañías que componen el Ibex, según el análisis de estas memorias que hace la Fundación Empresa y Sociedad y que se presenta el miércoles en Madrid. Además de Telefónica han sometido sus memorias de responsabilidad social a la opinión de un tercero BBVA, Endesa, Gas Natural, Grupo Santander, Iberdrola, Iberia, Inditex, Red Eléctrica y Repsol YPF.

El estudio de KPMG asegura que el 44% de las cotizadas españolas verifica de alguna forma sus memorias de responsabilidad social. Hace tres años era el 30%.

Verificación y auditoría

La verificación no es una auditoría, aunque el hecho de que las cuatro grandes firmas de auditoría (PricewaterhouseCoopers, Deloitte, KPMG y Ernst & Young) controlen el 58% de este negocio en el mundo pueda conducir al error. En una verificación no se comprueba si el dato corresponde a la realidad sino que se analiza el proceso a través del cual se ha obtenido cada dato para averiguar si éste es razonable. Es, por tanto, más limitada y menos fiable.

"Estamos empezando", subraya Francisco Abad, director general de la Fundación Empresa y Sociedad. Y lo corrobora el hecho de que en el último ejercicio Deloitte sólo ha hecho 20 de este tipo de verificaciones en todo el mundo, cuatro de ellas españolas (BBVA, Telefónica, SCH y Caja Madrid).

El principal problema para verificar es que en este terreno no hay consenso sobre los estándares que deben aplicarse, asegura Alberto Andreu y coinciden con él otros consultados. En este terreno cada empresa sigue su propio camino, aunque existen proyectos internacionales como Global Reporting Initiative (GRI) que pueden servir de guía. Más de 40 empresas españolas se han adherido a esta iniciativa.

En los últimos años también se han emitido dos normas específicas de alcance mundial para verificar estas cuestiones: la ISAE 3000, emitida por el organismo responsable de las normas internacionales de contabilidad (IASB en sus siglas en inglés), y la AA1000AS, de la organización Accountability.

Además, los grados de verificación son muy distintos de una compañía a otra, subraya Ramón Pueyo, gerente de Sostenibilidad de KPMG: "Difieren mucho en la metodología y el alcance". Hay algunas que se limitan a una comprobación formal -por ejemplo que la memoria sigue el esquema dictado por GRI- y otras que se centran en el contenido.

Otro debate por resolver es quién debe hacer esa verificación. En algunos casos es la misma firma que audita las cuentas, aunque un equipo diferente, quien revisa la memoria de sostenibilidad, lo que tiene la ventaja de que hay información que pueden compartir. Otros prefieren acudir a organismos como Aenor (ver cuadro). Para Pueyo "lo ideal es que no coincidan" para evitar suspicacias. En España las cuatro grandes firmas de auditoría ya trabajan en este terreno, aunque Ernst & Young no ha firmado aún ninguna verificación.

El precio varía en función del tamaño de la empresa y de la complejidad del trabajo, pero distintas fuentes calculan que oscila entre 30.000 euros y 90.000 euros. Una minucia si se tiene en cuenta que una auditoría, por ejemplo la de Telefónica, puede llegar a los 13 millones de euros.

Es previsible esperar que en el futuro más compañías decidan dar este paso. Para Abad el peligro es que "se le está dando demasiada importancia a la verificación. Lo importante es tener una estrategia clara de responsabilidad social".

Junta de accionistas de Telefónica, presidida por César Alierta.
Junta de accionistas de Telefónica, presidida por César Alierta.GORKA LEJARCEGI

Una decena de compañías españolas compite con los mejores del mundo

La verificación no es la única forma que tienen las compañías de demostrar a los mercados que se toman en serio la responsabilidad social corporativa. En los últimos años han proliferado los índices bursátiles específicos de estas cuestiones. Los más conocidos son el Dow Jones Sustainability Index y el FTSE4Good.

El índice de sostenibilidad de Dow Jones, que fue lanzado en 1999, pondrá distintos aspectos sociales -relacionadas con prácticas laborales, diálogo con los grupos de interés o relaciones con proveedores, entre muchas otras cuestiones-, económicos -gobierno corporativo, gestión de riesgos o de marca, filantropía, etcétera- y ambientales -sistema avanzado de gestión o reporte de las distintas prácticas- y agrupa a las compañías más destacadas en conjunto y por sectores.

En su última revisión, publicada a principios de este mes, se incorporaron 25 nuevas compañías -entre ellas la española Gas Natural- y salieron otras 29 (ninguna de ellas española). En la actualidad forman parte de este índice nueve grandes empresas españolas: además de la recién incorporada Gas Natural, están también Ferrovial, Abertis, Inditex, Grupo Telefónica, Iberdrola, Endesa, BBVA y Grupo Santander.

Del FTSE4Good forman parte también los dos grandes bancos españoles, así como Telefónica, Gas Natural, Inditex, Repsol YPF, Bankinter y Gamesa y se acaba de incorporar Ferrovial. En la última revisión se han incorporado 42 nuevas compañías de todo el mundo y han salido otras 24. Entre las expulsadas tampoco había ninguna española.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_