Guante blanco en urgencias

Existe un clima de cierto temor y desconfianza en los pasillos de los hospitales sevillanos. Según fuentes del sindicato UGT se ha incrementado el número de pequeños hurtos y robos en los grandes centros sanitarios de la ciudad. Los afectados serían tanto el personal que allí trabaja como los familiares de los pacientes e incluso los mismos ingresados. "Nos llegan quejas de los profesionales que nos comentan casos de hurtos a familiares de pacientes e incluso a las personas ingresadas. Aunque a ellos no deja de afectarles. T también desparace material del hospital, como ordenadores", dicen en el sindicato. Según UGT el hospital que sufre más hurtos es el Virgen del Rocío, el mayor de Sevilla. Por su parte, responsables de CC OO dicen no tener constancia de un aumento en este tipo de incidentes.

El subdirector gerente de este hospital, Laureano Fernández afirma que la seguridad de los centros es una de las cuestiones más complejas a las que se enfrentan. "Hay que tener en cuenta que en nuestro caso estamos hablando de más de 300.000 metros cuadrados repartidos en varios bloques distintos. Por aquí pasan más de 20.000 personas diariamente", dice, "somos, por tanto, más en todo". Fernández afirma que en los últimos meses el índice de delitos así no ha aumentado en su centro. "Entre enero y agosto de 2005 se han dado un total de 26 reclamaciones por hurto. La mayoría son pequeños robos de objetos como móviles". En total, a lo largo del año las cifras del Virgen del Rocío indican que las incidencias son 0,5 casos al día.

Hace un mes, Miguel G., de 38 años, vivió la experiencia del robo en carne propia en el mismo hospital sevillano. Allí, en la habitación donde estaba su mujer ingresada, mientras ellos dormían, alguien entró por la noche y robó el bolso de mano del marido. Dentro estaba toda su documentación, el móvil, sus tarjetas de crédito, algo de dinero y las llaves de casa. "Y en la habitación había tres personas", explica Miguel.

"Mantengan sus pertenencias vigiladas en todo momento. El centro no se hace responsable de su pérdida o robo". Mensajes similares a éste se hacen llegar a quienes tienen que pasear por los centros hospitalarios. Así se lo advirtieron también a Miguel G.: "Desde el primer momento lo oyes. Pero es algo que no esperas. A nosotros nos lo advirtió el personal de enfermería. A una de ellas hacía poco le habían robado el bolso".

Los centros sanitarios se curan en salud y tratan de prevenir a los pacientes y familiares. "Al venir les ofrecemos un set de llegada en el que les explicamos que no podemos responsabilizarnos de todos los objetos de valor que traigan". Aun así, el hospital sevillano se ha dotado de más de 500 camas que incluyen taquilla con llave, donde se pueden guardar pertenencias.

Las mismas fuentes sindicales de UGT creen que este incremento de la inseguridad es una consecuencia no deseada de la política de puertas abiertas que se sigue en los hospitales andaluces. "Estamos a favor de las puertas abiertas, porque facilitan las visitas de los familiares y amigos de los pacientes, pero se está demostrando que requiere más control. Uno no puede pasearse por todas partes como si tal cosa", afirman. "Creemos que antes se vigilaba más en este sentido", dicen. La política de puertas abiertas, presente en la gran mayoría de los hospitales de Andalucía, permite una mayor flexibilidad de horarios vara las visitas. Excepto a horas precisas, todo el mundo puede acercarse.

Laureano Fernández mantiene que en su hospital se está muy sensibilizado con este aspecto. "Somos un centro de puertas abiertas por el que circula mucha gente cada día. Es lógico que a veces pasen cosas". Lo que quiere dejar claro el subdirector gerente es que la sensación de inseguridad de la que habla el sindicato no es tal. "Cuando uno pasea por los pasillos no percibe esa situación, y desde luego, no se puede generalizar por casos aislados". Fernández enfatiza el sistema de seguridad con que cuenta el complejo. "Hemos perimetrado toda el área con cámaras de videovigilancia y contamos con una empresa de seguridad que vigila no sólo los accesos, si no que también realiza rondas por los pasillos".

Mientras tanto, Miguel G. sigue indignado. Tres semanas después de que le robasen su mujer volvió a ser ingresada. "Y ocurrió otra vez. No llegaron a robarnos, pero mientras dormía en la habitación, alguien entró, me desperté y salió corriendo por el pasillo. No llegué a cogerlo. Cuando lo puse en conocimiento de los guardias de seguridad, no se sorprendieron".