Miseria atrae miseria
El barrio de Bilbao La Vieja está sufriendo un importante plan de rehabilitación, lo que ha conllevado la demolición de edificios, apertura de nuevos viales,... Los vecinos de las calles Cantarranas e Iturburu, pese a tener ya asignada vivienda en el nuevo barrio, seguimos viviendo en nuestras casas de siempre por demoras en la entrega. Esto no sería ningún problema si no fuera por al estado de destrucción que nos rodea, con la calle Cantarranas cerrada y llena de escombros, edificios abandonados, etcétera.
Drogadictos que han abandonado los subterráneos del puente de San Antón se agrupan en las traseras de nuestras casas, desde cuyas ventanas, a veces a ras de suelo, podemos ver cómo se pican, defecan, orinan y otras cosas. Además, grupos de inmigrantes sin recursos se meten en las viviendas, tanto vacías como ocupadas por sus propietarios, hasta el punto de que una vecina sorprendió a dos sujetos durmiendo en su cama. Esto está degenerando en un estado de enfrentamiento entre vecinos y ocupantes ya preocupante.
Pedimos que, ya que es imposible devolver el barrio a su antiguo estado, que nos solucionen el problema de inseguridad. La manera más rápida y barata es que las instituciones nos den las viviendas asignadas de una vez por todas y se proceda a la demolición de los edificios ruinosos. La miseria sólo atrae miseria.
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