Fomento se compromete a inspeccionar el 80% de los aviones extranjeros en 2006

Más técnicos y dinero para vigilar que los aviones vuelen en condiciones de seguridad adecuadas. Tras los accidentes que dejaron este verano cientos de muertos -los más graves en Grecia, Perú y Venezuela-, el Ministerio de Fomento presentó ayer un plan para incrementar el control de aviones y compañías que operan en España, en vez de elaborar listas negras. Promete inspeccionar durante 2006 a la mitad de las aerolíneas extranjeras (son 543 de pasajeros) y el 80% de los aparatos que utilizan. Para ello prevé incorporar a 25 técnicos antes de fin de año y destinar 18 millones el próximo ejercicio.

Los últimos siniestros han puesto a las compañías de bajo coste y a las procedentes de determinados países en el punto de mira de las autoridades europeas, que han anunciado que publicarán una lista negra. Sólo Reino Unido tenía una relación de países (República Democrática de Congo, Guinea Ecuatorial, Liberia, Sierra Leona, Suazilandia y Tayikistán) y compañías prohibidas (Air Mauritanie, Phoenix Aviation y Phuket Airlines). Air Mauritanie vuela de Nuadibu a Las Palmas de Gran Canaria tres veces por semana.

Francia difundió sus vetos a finales de agosto, después de perder a 158 de sus ciudadanos en un accidente en Venezuela: Internacional Air Service (Liberia), Air Koryo (Corea del Norte), Air Saint Thomas (Estados Unidos), Líneas Aéreas de Mozambique (Mozambique) y Phuket Airlines (Tailandia). Ayer mismo añadieron a Cameroon Airlines (Camerún).

Más que una lista

El Gobierno español, "más allá de la simple elaboración de una lista", según explica el comunicado de Fomento, se propone hacer más frecuentes los controles sobre las compañías y aparatos, tanto nacionales como extranjeros.

En relación con estos últimos, el Ejecutivo se compromete a aumentar las inspecciones de modo que en 2006 se sometan a ellas la mitad de las compañías (271) y el 80% de sus aviones. Así, se pasará, según Fomento, de 55 inspecciones en la anterior legislatura (poco más de una al mes como media) a 3.350 hasta finales de 2007 (unas 80 al mes).

Los criterios para considerar a una compañía extranjera candidata a una inspección exhaustiva serán la edad de sus aeronaves, su inclusión en listas negras de países europeos y el que su país de origen haya sido considerado de riesgo por las auditorías realizadas por la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI, en sus siglas en francés). Esas auditorías se refieren sólo al cumplimiento de las normas internacionales por parte de las autoridades aeronáuticas de cada país y no existe una relación de los Estados que menos se ajustan a ellas. La información es accesible pero variable en función de los resultados que se obtengan en las sucesivas auditorías.

También se tendrá en cuenta la puntuación que hayan obtenido las compañías en el programa europeo SAFA. En este caso, sí existe una lista, estrictamente confidencial, pero a la que sí tienen acceso las autoridades españolas.

Adicionalmente, el Comité de Expertos, cuya creación anuncia este plan, y las propias autoridades aeronáuticas españolas establecerán otras pautas para incluir a determinadas aerolíneas.

El plan de Fomento incluye endurecer las condiciones para obtener el permiso para volar en España y se aprobarán nuevos protocolos que permitan decidir paralizar aeronaves o vetar a determinadas compañías.

Las inspecciones a aerolíneas nacionales (hay 103 en total de las que una veintena llevan pasajeros) también se aumentarán de 1.303 en la anterior legislatura a 4.709 en la actual, hasta 2007, (una subida del 261%). En estos controles se incluyen los operativos y de mantenimiento pero también de escuelas de formación, exámenes sanitarios y de aparatos dedicados a la extinción de incendios.

Asimismo, se intensificará la vigilancia de las aerolíneas españolas para asegurar que comunican todos los incidentes que sufren a las autoridades aeronáuticas.

Además, se creará un comité de expertos y una agencia estatal específica, y se aumentará el número de técnicos dedicados a la inspección. Pasarán de los 133 actuales (había 98 en junio de 2004, incluidos los de la empresa Senasa y los de la Dirección General de Aviación Civil) a 158 a final de este año.

Los pilotos españoles entienden que este plan de choque aprobado por el Gobierno constituye "sólo un primer paso" para garantizar la seguridad del transporte aéreo, al tiempo que mostraron "todo su escepticismo" en torno al "cumplimiento efectivo" de las medidas anunciadas, según aseguró a Europa Press el presidente del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), Andoni Nieto. "Hace falta un cambio de mentalidad para amparar a los pasajeros y no a las aerolíneas", sentenció.