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EDUCACIÓN

Irlanda del Norte acoge el mayor proyecto educativo digital de Europa

El programa C2K conecta a 350.000 alumnos y 20.000 profesores de 1.245 escuelas públicas - La educación digital está consiguiendo romper las barreras seculares de incomunicación entre católicos y protestantes

Para acabar con la división entre protestantes y católicos: C2K.

Classroom 2000 (C2K) es el nombre del programa educativo digital implantado en 2003 en Irlanda del Norte, y que, dos años después, ha empezado a dar sus primeros frutos.

En conjunto, la infraestructura educativa digital proporciona acceso a Internet e interconectividad a 350.000 alumnos y 20.000 profesores de Irlanda del Norte, pertenecientes a 1.245 escuelas de primaria, secundaria y universidades. El Gobierno autónomo le destinó 107 millones de euros hasta el año 2010, final del programa.

Todos los estudiantes del programa cuentan con acceso a Internet por banda ancha y una dirección personal de correo electrónico. Gracias a ello, pueden disponer de un ingente material educativo alojado en la red, desde sus propios libros de texto hasta el elaborado por las cadenas de televisión BBC, Channel 4 y Granada TV, así como acceso a los documentos digitalizados de todas las bibliotecas públicas norirlandesas.

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Alaistair, Eleanor y Stephen deambulan por los astilleros de Belfast esta mañana. Son alumnos aplicados, de los que nunca hacen novillos, pero no han ido a clase. A decir verdad, sí han ido a clase, pero no al aula. Armados con agendas electrónicas con microcámara de vídeo, han encaminado sus pasos, acompañados por un profesor, hacia la gigantesca factoría portuaria norirlandesa donde se han construido barcos legendarios. Por ejemplo, el Titanic.

Su intención es filmar algunos lugares en los que, al alborear el siglo XX, fue fabricado el histórico buque. Las imágenes captadas las envían desde sus ordenadores de bolsillo, en tiempo real, a su aula de primaria, donde sus compañeros de 10 y 11 años de las escuelas Killylea y St. Michael's realizan un trabajo sobre el Titanic.

De la agenda electrónica de Alaistair el vídeo salta a la gran pizarra digital que preside su aula. Allí, otro profesor edita y proyecta las imágenes que le suministran, manejando la nueva pizarra como si fuera la pantalla táctil de un ordenador, moviendo los elementos con sus dedos como punteros.

Classroom 2000

No son imágenes de la película Minority report; es una simulación de cómo serán las clases en un futuro más o menos remoto. Se trata de una actividad cada vez más habitual en las escuelas públicas de primaria y secundaria de Irlanda del Norte, donde desde 2001 se desarrolla Classroom 2000 (C2K), el mayor programa educativo digital de Europa, según Ingo Juraske, vicepresidente europeo de Sector Público de Hewlett-Packard, que desde 2003 gestiona el proyecto.

Auspiciado por el Gobierno autónomo norirlandés, el plan tiene vigencia hasta 2010. Su pretensión es transformar por completo el modelo educativo en consonancia con los avances tecnológicos, al tiempo que establece puentes de comunicación entre dos comunidades, la católica y la protestante, que se han mantenido impermeables entre sí durante décadas.

Una de las escuelas más adelantadas, en parte por el entusiasmo de sus maestros, es Braniel School, a la que asisten 400 alumnos de primaria. Situada en las afueras de Belfast, todas sus aulas están equipadas con pizarras digitales de gran tamaño, un instrumento llamado a revolucionar la enseñanza. Frazer Bailie, profesor y subdirector, maneja esas pizarras con avezada soltura.

El día en que Ciberp@ís se coló en una de sus clases tocaba explicar los fundamentos físicos de la aviación. Los alumnos, una veintena, se colocan de cuatro en cuatro. Cada grupo dispone de una cámara de video con trípode que puede manejar con fines educativos.

Mary, de 11 años de edad, se precia de comprender perfectamente el manejo de la cámara y sus aplicaciones digitales, al tiempo que ensalza las nuevas pizarras digitales. "Las clases son más entretenidas ahora; además, puedes seguirlas desde el ordenador de casa si te pones enferma", razona. Bailie les propone que elaboren un guión y una película corta sobre cómo vuela el Airbus 360.

El maestro parece un prestidigitador que mueve a su antojo lo que aparece en la pantalla táctil. Un alarde de productividad educativa. Al tratarse de elementos muy visuales, la atención de los estudiantes no sufre altibajos. Cuando haya acabado la lección, irán a The Hub, una clase con 15 ordenadores, donde elaborarán el trabajo sobre la aviación. Es la educación en el siglo XXI.

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