La Fira tendrá acabados en ocho meses dos tercios de su nuevo recinto

Ocho meses. Ese es el plazo máximo que fijó ayer el director general de Fira 2000, Francesc Solà, para terminar las obras del pabellón número 5 del recinto de Gran Via, en L'Hospitalet. De esta forma, en junio de 2006 la Fira de Barcelona tendrá listos dos tercios de la superficie expositiva neta de este recinto ferial, unos 87.600 metros cuadrados.

Tal fue el convencimiento de Solà que, tras dar la fecha de finalización de la obra, aseguró que en septiembre de ese mismo año el pabellón número 5 comenzará a ser ocupado por algunas de las 70 exposiciones pactadas para 2006.

De este compromiso se informó durante la visita a la Fira del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall; el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Valls, entre otras personalidades políticas y empresariales. Este objetivo se hace público después de que el Consejo General de Fira de Barcelona, formado por los tres organismos citados, aprobara en el pasado julio el nuevo plan 2006-2015, en el que se incluyen los 323 millones de euros que restan para acometer la última fase de ampliación.

Ahora, además del pabellón número 5 y sus correspondientes plazas de aparcamiento, están en fase de construcción el pabellón número 0, que estará listo en septiembre de 2007; el Auditorio, que entrará en funcionamiento en 2009, así como los pabellones 3.2 y 4.2, que estarán terminados en ese mismo año.

No obstante, hace cuatro años la Fira previó acabar el grueso de este recinto en 2007, a excepción de los pabellones 3.2 y 4.2, cuyas obras no comenzarán hasta que el Ayuntamiento llegue a un acuerdo con los vecinos de L'Hospitalet afectados.El proyecto de ampliación del arquitecto japonés Toyo Ito, que se ha inspirado en motivos acuáticos para diseñar los nuevos pabellones y su correspondiente espina central del recinto ferial de Gran Via, en L'Hospitalet, se terminará definitivamente a lo largo de 2009, aseguró ayer el presidente del Consejo de Administración de Fira de Barcelona, Josep Lluís Bonet. Para entonces, la suma de este recinto con el de Montjuïc 2 -en total 355.211 metros cuadrados brutos y 7.000 plazas de aparcamiento- harán de la Fira "el segundo recinto ferial más grande de Europa", por detrás del que se encuentra en Milán, se congratuló.

No obstante, este proyecto, que Maragall asoció ayer con el "valor añadido" y la "calidad", no ha estado falto de polémica. La ejecución de las obras de los pabellones 3.2 y 4.2 (véase el gráfico), prevista para 2007, engulle 60 casas unifamiliares, 36 pisos, aparcamientos y locales comerciales que se encuentran entre las calles de Metal.lúrgia, Acer y Ciències.

Fira 2000 negocia desde hace más de un año la reubicación de los afectados, representados por la Asociación de Vecinos Gran Vía de L'Hospitalet, sin que de momento se haya llegado a un acuerdo. La vicepresidenta de la entidad, Dora Arias, se mostró ayer "indignada". A su juicio, Fira de Barcelona ha presentado un proyecto definitivo de la ampliación en el que sus casas "desaparecen" sin que "nadie" les haya dicho "nada". Arias lamentó que ningún vecino sepa qué "va a pasar con su futuro".

La ampliación afecta a unas 360 personas, explica la asociación. Una veintena de ellas sufren el agravante de que sus casas ya se derribaron por la construcción de los primeros pabellones de la Fira en los sectores de Can Pi y Pedrosa. Este será su segundo traslado forzoso en muy poco tiempo. Los vecinos han asumido que deberán irse, pero aseguran que sólo aceptarán unas condiciones similares a las actuales. "Queremos continuar en el barrio, todos juntos y en una vivienda igual a la que estamos", señaló Arias.

Los afectados rechazaron la propuesta inicial de trasladarse a unos pisos en la futura plaza de Europa de la ciudad. Fira 2000 mantiene ahora como opción unas nuevas viviendas en la calle de Ciències, a tan sólo 100 metros de la ubicación actual y justo delante del centro comercial de la zona. La asociación ve con buenos ojos la opción, si bien solicita que se mantenga la orientación sur de las viviendas y que se amplíe de tres a ocho metros la distancia entre las casas unifamiliares. También exige que los bloques sean de tres pisos y no de cinco, como se prevé. "No queremos aprovecharnos de la situación. Tan sólo mantener exactamente lo que tenemos", afirma la representante.

El Ayuntamiento de L'Hospitalet reiteró ayer que se mantiene al margen de la negociación, y aseguró que no recalificará los terrenos donde se prevé llevar a cabo la ampliación "hasta que haya acuerdo".