Salud sexual valenciana
Diversos especialistas recomiendan mejorar la atención sexual ciudadana y la gratuidad de la anticoncepción de emergencia
¿Cómo se explica que España tenga una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo y que los métodos anticonceptivos no estén financiados por la Seguridad Social? En la Comunidad Valenciana ni siquiera la píldora de emergencia o del día siguiente se dispensa de manera gratuita. Es más, requiere prescripción médica, lo que resta efectividad a un medicamento que evita embarazos tras un coito de riesgo y que la OMS considera esencial. Son sólo algunas pinceladas del estado de la salud sexual de la Comunidad Valenciana, incluidas en El libro blanco sobre la situación de la anticoncepción en España, que analiza las prestaciones de la red pública e identifica necesidades y desigualdades por comunidades.
El coordinador de la obra, el ilicitano Ezequiel Pérez Campos, señala las ventajas del sistema valenciano estratificado por niveles. Por un lado, están los centros de atención primaria, los hospitales y "una vasta red" de Centros de Salud Sexual y Reproductiva (7 en Castellón, 32 en Valencia y 19 en Alicante). Estos últimos, que son casi una singularidad en el Estado, surgieron en la incipiente democracia como Centros de Planificación Familiar y bajo distintas adscripciones: ayuntamientos, diputaciones e Insalud. El PSPV comenzó la asimilación a la Consejería de Sanidad, completada por el PP.
El doctor Pérez Campos considera un avance que todos dependan de una misma unidad pero todavía observa carencias. Los centros valencianos, por ejemplo, carecen de unidades específicas para jóvenes, y sólo la mitad desarrolla actividades educativas en el medio escolar. En este punto, la diputada socialista María José Mendoza, basándose en la memoria de la Consejería de Sanidad, añade que las actividades de ésta en los colegios han disminuido sustancialmente. Una de las actividades de la Consejería es la realización de tres videos sobre pautas sexuales. Tras la proyección se debate con los chavales bajo la supervisión de profesionales.
Pérez Campos matiza que la legislación contempla un Centro de Salud Sexual y Reproductiva para una franja de entre 8.000 y 12.000 mujeres en edad fértil, de las 1.080.770 existentes en la Comunidad Valenciana, pero las demandas no siempre son asumibles. Los tiempos medios de demora evidencian el desbordamiento de algunas unidades: entre uno y dos meses para métodos anticonceptivos reversibles con una franja que va desde los pocos días hasta los cinco meses. La espera para los irreversibles, la esterilización masculina y femenina, se incrementa: una ligadura, de 3 a 6 meses, y una vasectomía, de 6 a 12. Pérez Campos concluye que, en parte, esto se debe a la intervención "anecdótica" de los centros de atención primaria y los hospitales, y a la escasa dotación de personal de algunos Centros de Salud Sexual y Reproductiva.
El doctor en Medicina y sexólogo, Vicent Bataller, promotor del teléfono de información del Instituto Valenciano de la Juventud, critica que el servicio gratuito en la etapa socialista haya pasado a ser una línea 902; también que el tratamiento de abusos sexuales y otros servicios se deriven a centros privados como el Instituto de Sexología, Psicología y Medicina Espill. De los Centros de Salud denuncia la sustitución de sexólogos médicos por psicólogos, debido a "que para el PP el psicólogo no es personal sanitario y le cuesta mucho más barato que un médico". En su opinión, "la educación sexual practicada por el PP ha sido la del avestruz: ignorar que las relaciones coitales se realizan a los 17 años de media, y mucho antes los adolescentes han de conocer no sólo los riesgos de las actividades sexuales sino lo fundamentales que son para el bienestar integral de la persona".
El Libro Blanco avisa, además, de que la interrupción voluntaria del embarazo se complica en la Comunidad Valenciana desde 2003. La mayoría de hospitales públicos se declaran objetores y no se garantiza el derecho de las mujeres a que dicha prestación sea asumida en su hospital.
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