Los padres de la escuela pública piden al Gobierno más dinero para educación
La Confederación de Padres y madres de la Escuela Pública mostraron ayer su preocupación por las limitaciones presupuestarias que sufre el Departamento de Educación, que han sido reconocidas por el propio consejero, Tontxu Campos, en una reunión con los representantes de esta organización. Ante esa escasez, la Confederación hizo un llamamiento al Gobierno y al Parlamento vascos para que tengan en cuenta que el gasto en educación "debe ser prioritario" y aumenten los recursos económicos.
Además de su preocupación por las estrecheces presupuestarias, la Confederación planteó al consejero sus principales reivindicaciones para la legislatura que acaba de comenzar y mostró su interés por la reforma de la enseñanza que prepara el Ministerio de Educación para el próximo curso escolar. Ambas partes elaborarán próximamente un calendario de reuniones para tratar todos los temas que afectan al sistema educativo. Entre esas cuestiones se encuentra la gratuidad de los libros de texto.
El consejero se ratificó ayer en las declaraciones que realizó el jueves durante la inauguración del curso 2005-2006, reiterando su oposición a generalizar la gratuidad. Campos es más partidario de "intensificar" la ayuda a las familias más desfavorecidas, numerosas, de rentas más bajas, emigrantes y con hijos con necesidades educativas especiales. Durante el pasado curso, el departamento incrementó en un 25% el presupuesto para la adquisición de material didáctico. Ese aumentó ha permitido pasar de 62.604 ayudas a 76.527, siempre dirigidas a las familias con menos recursos.
Frente al discurso de Campos, la parlamentaria el PSE anunció que volverá a reclamar en el Parlamento la gratuidad de los libros de texto con fines educativo y su reutilización durante cuatro años en el mismo centro. El PP también instó al Gobierno a hacerse cargo de los gastos relacionados con los libros y acusó al consejero de "despachar con frivolidad" la cuestión al criticar a los padres que invierten más en el ocio de sus hijos que en su formación.
