Semana redonda

La Bolsa española ha conseguido redondear una semana plenamente alcista en la que el Ibex 35 ha marcado cinco máximos anuales consecutivos y queda a las puertas del nivel de los 10.500 puntos.

La ganancia de esta última sesión fue del 0,43%, lo que sitúa al Ibex 35 en 10.486,60 puntos, el nivel más alto en casi cinco años y con el mérito añadido de que los precios del petróleo se encuentran históricamente altos y la economía no termina de definir una recuperación sostenida.

Algunos observadores continúan centrando esta capacidad alcista del mercado en esa especie de fatalismo que obliga a los inversores a poner su dinero en la Bolsa ante la ausencia de otras alternativas. La propia presencia de dinero en los mercados, aunque no sea mucho, hace el resto, sin que sean ajenos a esta situación los movimientos corporativos anunciados o simplemente sospechados.

La contratación en el mercado continuo volvió a descender en esta sesión, con sólo 1.794,03 millones de euros, situación que en parte es consecuencia de la jornada festiva en Madrid, que mantuvo cerrado el sistema bancario. Del total de las operaciones "abiertas", que sumaron 1.691,61 millones de euros, casi dos tercios se concentraba en cinco valores, lo que indica que los últimos movimientos del mercado están muy ligados a los grandes valores y al mercado de futuros.

La inercia alcista de los mercados de valores se mantuvo en esta ocasión a pesar de un repunte en el precio del petróleo, tanto en Estados Unidos como en Europa. Las tensiones en torno al precio del crudo no parecen tener fin, pero los inversores parecen haberse acostumbrado a ellas y sus posibles repercusiones sobre la economía real, que habrán de conocerse en los próximos meses. Las revisiones a la baja en las expectativas de crecimiento son, por el momento, de muy corto alcance y éste es uno de los factores determinantes en la actual coyuntura, aunque aún hay que esperar la revisión de los datos estadounidenses y su posible efecto de arrastre sobre el resto.

Los avances del conjunto de las bolsas europeas fueron moderados, destacando París con el 0,58%. La Bolsa de Francfort, con una subida del 0,26% en su índice DAX, conseguía un nuevo máximo anual al superar los 5.000 puntos. Londres subió un modeto 0,35%.

En Nueva York se producía un ligero repunte de las cotizaciones a media sesión, lo que reducía las pérdidas anuales al 1%.