¿Hipoteca única?
El crecimiento de la inversión crediticia en la Unión Europea durante los cinco últimos años ha sido muy heterogéneo, tanto geográficamente como por finalidad del crédito. En su composición destacan dos aspectos. Por un lado, que el crecimiento medio del crédito hipotecario ha sido muy estable, independientemente de la evolución del ciclo económico, mientras que otras modalidades de crédito han experimentado ritmos de crecimiento muy dispares en función de la situación cíclica. En segundo lugar, que la divergencia en las tasas de crecimiento nacionales sigue siendo significativa, lo que ha provocado que mientras que en países como Reino Unido u Holanda la deuda hipotecaria suponga más de un 70% del PIB, en Italia dicho porcentaje sea incluso inferior al 15%.
El crecimiento medio del crédito hipotecario en la Unión Europea ha sido muy estable, independientemente de la evolución del ciclo económico
Esta dispar situación del crédito hipotecario en la UE, tanto en flujos como en stock, no se debe por tanto solamente a variables cíclicas, sino que se deriva de las diferencias estructurales existentes en los mercados europeos, consecuencia, en gran medida, de la todavía reducida integración de los mercados financieros minoristas. Así, por ejemplo, mientras que en España y Holanda se aplican los tipos de interés hipotecarios más reducidos de la UE, en Austria o Grecia el margen que los bancos obtienen por cada hipoteca es el doble que en España.
A pesar de que es lógica la existencia de ciertas disparidades entre países, no deja de llamar la atención que la transparencia informativa, la importancia que supone la hipoteca en las decisiones financieras de los prestatarios y el incremento de la competencia bancaria no hayan provocado una paulatina convergencia tanto en los precios como en el resto de condiciones aplicadas. De hecho, dicha convergencia en precio, en un contexto de elevada competencia como el existente actualmente en algunos mercados nacionales, provocaría que el margen de los prestamistas reflejara únicamente la prima de riesgo de la operación.
Pero la integración de los mercados no sólo es beneficiosa para el consumidor o para el mejor prestamista, sino también para el conjunto de la economía. En un reciente informe de London Economics se estima que la integración de los hipotecarios incrementaría en siete décimas el PIB de la UE en 2015. Pero para que ello suceda, episodios como el acontecido en Italia no deberían repetirse.
Paula Conthe y Alfonso García son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).
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