_
_
_
_
Reportaje:

Estudiar sin distracciones

Las tres universidades vascas abren salas desde finales de agosto para que los alumnos puedan preparar sus exámenes

Hace una semana, en la mañana del pasado domingo, último día de la Aste Nagusia de Bilbao, muy pocos osados habían madrugado para repasar sus lecciones en la Escuela de Ingeniería de Bilbao. Iker Izaguirre, estudiante de Industriales de 25 años, era uno de ellos. Había entrado a las nueve de la mañana para estudiar una de las tres asignaturas que tiene pendientes, dos de primer curso y otra de segundo. "Una vez que han empezado los exámenes, me da igual tener que presentar una o cinco", explica. No es la primera vez que acude a la propia universidad para preparar los exámenes de septiembre.

Las tres universidades vascas (la pública UPV y las privadas Deusto y Mondragon Unibertsitatea) abren desde finales de agosto de forma extraordinaria varias bibliotecas y salas de estudio para que los alumnos puedan preparar las pruebas de septiembre.Ese domingo, las dos salas de estudios de Ingenieros apenas tenían ocupadas una cuarta parte de sus 120 mesas. "Es que ayer [por el sábado] era día de fiesta. La semana entrante, las aulas estarán casi llenas", calculaba entonces el aspirante a ingeniero. Y acertó. Ya al día siguiente, varias aulas y la biblioteca de la Facultad de Económicas de la UPV en Sarriko estaban ocupadas casi en su totalidad. Unos 250 alumnos aprovechaban los últimos días de vacaciones -los exámenes en la universidad pública empezaron oficialmente antes de ayer- para dar el último repaso a los apuntes... o el primero. Enrique, Mikel y Txomin han comenzado a estudiar esta misma semana. Antes andaban de fiestas y su ecuación resulta sencilla: "Si sales, no puedes estudiar el día siguiente", dice Enrique, alumno de quinto de Administración de Empresas.

"Hay demasiadas tentaciones en casa: la 'tele', el ordenador, el teléfono,..."

Puede sorprender este afán por reunirse en el mismo sitio donde se realizarán los exámenes en lugar de quedarse tranquilamente en casa leyendo los apuntes. Y más en la Escuela de Ingeniería, que no cuenta con ninguna biblioteca abierta para prestar libros, sólo dos salas de estudios. Pero si los alumnos acuden a su universidad es justamente porque allí sólo van a encontrar sillas y mesas, así que no les queda otro remedio que estudiar. Itziar Araguren, que quiere ser técnico de comunicación, explica con voz cansada que en su casa tiene demasiadas distracciones: "La televisión, el ordenador... ¡y el teléfono!", enumera justo tras acabar una conversación en el móvil.

Borja y Eduardo también quieren escapar de las tentaciones. Aunque son alumnos de Deusto, sus salas abren sólo por las mañanas y cierran los fines de semana, por lo que han decidido irse a repasar a la competencia. A la entrada de las salas, un cartel avisa que "se solicitará el carné de estudiante de la UPV", pero hasta ahora los dos tránsfugas no han tenido problemas.

Los alumnos suelen aprovechar el centro más cercano a su domicilio o el que le ofrece mejores horarios. Las tres universidades han abierto sus puertas antes de la vuelta oficial a las clases. La UPV amplía su horario de apertura con ocasión de los exámenes. Cada campus cuenta con centros abiertos los fines de semana, mientras que en Vitoria, la Escuela de Magisterio tiene salas abiertas hasta la una de la madrugada.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_