'Zona roja': 24 horas de vigilancia
La Mostra solía ser un simpático barullo de estrellas, periodistas y veraneantes. Pero eso se acabó. El ambiente es ahora el de un aeropuerto en alarma terrorista. Por primera vez en la historia del festival, al pie de los leones dorados y de la alfombra roja se ha establecido una zona de seguridad vigilada las 24 horas del día y vetada a quienes no sean actores o directores de cine, azafatas, camareros, periodistas, cámaras o fotógrafos. El temor a atentados ha cambiado la esencia del festival, que más bien parece un fortín blindado con 400 policías, francotiradores, detectores de metales y buzos en los embarcaderos.
Las primeras quejas fueron las del público y los periodistas, que estrenaron el nuevo concepto aeroportuario: cola en el guardarropa, donde se controlan los paquetes con rayos X y hay que dejar los bolsos; y cola ante el arco detector de metales para acceder a los cines. Como las bolsas estaban prohibidas, los reporteros tuvieron que pasear el ordenador bajo el brazo. "Tolerancia cero para todos", declaró un policía. "No importa si se trata de un personaje famoso, todos deben dejar sus paquetes fuera".
El perímetro de la zona roja mide 30.000 metros cuadrados y abarca el Palacio del Cine, el Casino y la Sala Palagalileo. En el primero se realizan las proyecciones oficiales. En el segundo se encuentran la sala de prensa y un cine. En la Palagalileo se proyectan las películas para la prensa. En total, 58 cámaras controlan los movimientos de los asistentes a la Mostra.
El año pasado hubo problemas organizativos (retrasos y broncas) en parte debido a la falta de espacio para la creciente afluencia de público. En la presente edición los espectadores corren el riesgo de quedarse sin ver algunas de las películas a causa de las colas creadas en los diversos controles.
El presidente de la Bienal de Venecia, David Croff, explicó que el peligro del terrorismo hace obligatorias tales precauciones, las cuales, según él, no causarán problemas si el público se presenta "con mayor anticipación". "No me gusta calificarla de Mostra blindada, pero no podíamos dejar de tomar todas las cautelas para garantizar la seguridad", añadió.
Babelia
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