El PP no se sentará con Batasuna, aunque condene la violencia, al ser un partido ilegal
López dice que no hay contrapartidas para el final del terrorismo
La presidenta del Partido Popular en Euskadi, María San Gil, se mostró ayer contundente y dijo no a la posibilidad de que su formación se siente en una mesa de partidos con la ilegal Batasuna. San Gil aseguró que condene o no la violencia se trata de una formación ilegal y que su partido no se sienta con quien no respeta la ley. Indicó que Batasuna no por condenar la violencia no recobra su legitimidad y los derechos de los que carece al ser ilegal. La popular eludió entrar en una discusión sobre si sentaría con una u otra formación si desaparecieran todas las manifestaciones de violencia terrorista porque, a su entender, no se puede hacer política ficción.
San Gil acudió ayer a la localidad alavesa de Oyón, gobernada por su partido, para pasar un día en las fiestas patronales de la localidad con alcaldes de La Rioja alavesa y con militantes de su formación. La presidenta popular está empeñada en recuperar las calles y aseguró que en los municipios gobernados por su partido en Euskadi todos pueden pasearse sin problemas.
La presidenta del PP vasco aprovechó también para criticar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de quien dijo tiene la responsabilidad de terminar con el terrorismo. Así, le pidió "firmeza" en vez de mociones para "derrotar al terrorismo".
Frente a esta postura, Patxi López, secretario general del PSE-EE, respondió a Batasuna en RNE que el fin del terrorismo no tiene "contrapartidas" porque la sociedad lleva años reclamando que acabe. Asimismo les dijo que deben demostrar un auténtico rechazo de la violencia y que sólo con la desaparición de ETA habrá un proceso de paz.
El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, reiteró por su parte su negativa a sentarse con Batasuna si no desaparece la violencia en una entrevista en El Correo y El Diario Vasco. Tanto López como San Gil respondieron a Imaz que más allá de las palabras lo que importan son los hechos. Mientras López aseguraba que la voluntad de no violencia hay que demostrarla, San Gil recriminaba a Imaz que lanzara bonitas palabras que se acompañan con guiños a Batasuna, como la autorización de la manifestación del pasado viernes en Bilbao.
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