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Reportaje:

La magia del Aquelarre toma Cervera

Más de 35.000 personas llegados de distintos puntos de Cataluña se vuelcan en la fiesta cervariense más popular

Entre 35.000 y 40.000 persones, según cifras de los organizadores, han disfrutado durante el fin de semana de la magia del Aquelarre de Cervera (Segarra), una fiesta tradicional en la que los principales protagonistas son el fuego, la música, la luz, la brujería, los demonios y el esoterismo elevados a la máxima potencia. Al igual que ocurrió en las anteriores 27 ediciones, el público llegado desde todos los puntos de Cataluña participó de forma animada en los diferentes espectáculos, que tuvieron como escenario las calles y plazas de la población.

La lluvia que hizo acto de presencia en la noche del sábado no restó espectacularidad al desarrollo de la fiesta.

Las actividades previas de esta original celebración, en la que la fiesta se hace ruido, pólvora y jolgorio, comenzaron el pasado lunes con una versión infantil, el Aquelarret. Se trata de un conjunto de talleres de disfraces, música y demonios que tienen como objetivo educar a los más pequeños en la tradición cultural de la fiesta cervariense más popular.

El viernes por la noche se celebró un espectacular correfoc amenizado por la música tradicional de la formación canadiense Les Batinses, que también fue la encargada de abrir el desfile piromusical de los Diablos Carranquers de Cervera, seguido de las actuaciones musicales del grupo femenino Band Tokades y de la banda catalana de fusión, mestizaje y baile Cheb Balowski.

Sin embargo, el momento en el que el Aquelarre alcanza el máximo grado de apoteosis diabólica no llegó hasta la madrugada del sábado. La lluvia retrasó el programa, pero los actores y el público aguantaron estoicamente. Después de una orgía de fuego, de transgresión continuada, de conciertos de salsa, rock y tecno -La Salseta del Poble Sec, La Coixinerea, Montse & Joe, Busk'n'Baix, Distrets, Revolta 21, Commando Ramone, No Name, Les Violines y Ayvalá- y de interminables correfocs por el centro histórico de la ciudad, un montaje de percusión de grupos locales dio paso al acto más esperado por la multitud: la aparición en la plaza de Cal Racó del Mascle Cabró (macho cabrío) y de todo su séquito diabólico.Después de invocar los siete pecados capitales a ritmo de música y de escenificar la copulación con sus damas de honor, las brujas, el Señor del Mal acabó lanzando litros de espuma sobre las cabezas de sus seguidores, que por lo visto cada vez son más numerosos.

Durante toda la noche, los grupos de correfoc llenaron de fuego y bullicio el pueblo, mientras que el buen rollo y la fiesta se iban apoderando de los siete escenarios diferentes que acogieron los conciertos. Los pañuelos y sombreros de paja empapados de agua con los que los asistentes se cubren la cabeza y el rostro pasaron a formar parte de la escenografía y del paisaje urbano.

La leyenda del callejón

Mientras tanto, en el Carreró de les Bruixes, diversos elementos relacionados con la brujería y la magia negra servían para agrandar la leyenda del estrecho callejón, una antigua mazmorra donde según la historia esperaban su condena aquellas personas que eran detenidas por practicar actos de brujería.

La fiesta continuó ayer con la octava edición de la Fira del Gran Boc en los claustros de la Universidad de Cervera. Se trata de un singular mercado con un centenar de puestos en los que se podía encontrar todo tipo de objetos relacionados con la magia, el esoterismo, la astrología, el tarot, la quiromancia y las ciencias ocultas. La fiesta del Aquelarre se ha desarrollado un año más sin incidentes graves.

La Cruz Roja atendió a alrededor de 60 personas que sufrieron quemaduras, una cifra inferior a la de anteriores ediciones.

El alcalde de Cervera, Salvador Bordes, declaró a Efe que "el balance ha sido totalmente positivo". "Ha sido una fiesta una fiesta impresionante, que se ha desarrollado en un clima de plena convivencia, siendo uno de los acontecimientos lúdico-festivos más importantes del verano".

Entre otros grupos participaron los Diables Carranquers, Bomboll, Band Tokades, los Diables de Terrassa y la Asociación de Malí.

El Mascle Cabró hace su aparición en la plaza de Cal Racó de Cervera, en la fiesta del Aquelarre.
El Mascle Cabró hace su aparición en la plaza de Cal Racó de Cervera, en la fiesta del Aquelarre.

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