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Reportaje:

Mujeres de tres estrellas

Cuatro inspectoras jefas se preparan en Madrid para ser comisarias de policía

F. Javier Barroso

La llegada de septiembre supondrá la vuelta de millones de escolares a las aulas y también una importante novedad en el Cuerpo Nacional de Policía. Cuatro mujeres se enfrentarán por primera vez y simultáneamente al curso para convertirse en comisarias, junto a sus 22 compañeros de promoción. El reencuentro con los libros y los profesores será en el centro de formación de Carabanchel, en Madrid.

Ahora sólo hay una mujer con la tercera estrella dorada que da la categoría de comisario. Se trata de María del Pilar Allué, destinada en la Jefatura Superior de Valencia. Aprobó la oposición en 1997 y fue una novedad en una institución integrada mayoritariamente por hombres.

Entre las cuatro mujeres está la número uno de la promoción: María Concepción de la Vega Camaño, jefa de la Brigada de Información (lucha antiterrorista) en Las Palmas de Gran Canaria. "La verdad es que no he sentido nada especial. Todos los que nos presentamos estamos bien preparados. Depende de la suerte o de que tengas un buen día o no. No me creo ni mejor ni peor que otros compañeros", señala esta sevillana de 45 años casada y con dos hijos. Como sus compañeras, ha pasado por casi todas las secciones y departamentos de la policía. "Ha coincidido que necesitábamos cumplir unos requisitos y ha sido justo este año cuando los reuníamos. A partir de ahora habrá más mujeres comisarias. Espero que deje de ser algo excepcional", confiesa esta responsable antiterrorista. Como otros compañeros, prefiere ocultar su imagen para no poner en peligro su integridad física.

Todos los aspirantes pasaron las mismas pruebas. El primer requisito era llevar cinco años de inspector jefe. Después tuvieron que aprobar un examen psicotécnico y una prueba con temas jurídicos y científico-técnicos. La cuarta fase, la más difícil, es el caso práctico: tienen que explicar cómo afrontarían un problema en su comisaría. Este año el ejercicio era sobre una población de varios cientos de miles de vecinos con puerto y aeropuerto, en la que hay robos en pisos, bandas de crimen organizado y para la que tenían que diseñar labores de prevención de la delincuencia y la conflictividad social.

"Realmente no es una fase más dura que otra. El problema es coordinar las distintas áreas de una comisaría y explicar cómo lo harías en un tiempo algo corto", explica otra de las futuras comisarias, Ana María Arias Gallego, soltera de 44 años. Esta inspectora jefa se encarga ahora del Gabinete Técnico de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Es decir, redacta informes sobre delincuencia, elabora respuestas a preguntas parlamentarias o analiza las conexiones entre bandas criminales.

María Marcos Salvador, de 43 años, no echará de menos a su pareja durante los cuatro meses de formación. Hasta ahora ha trabajado en la Brigada de Seguridad Ciudadana en la Jefatura de Cataluña. Casada y con una hija de 18 años, ingresó en el desaparecido Cuerpo Superior de Policía en 1982. Su marido también ha aprobado los exámenes. Al igual que sus compañeras de promoción, está abierta a cualquier destino. "Los meses de formación me los tomaré como una especie de vacaciones. Luego ya veremos adónde me mandan. No me importa estar dos o tres años fuera de casa".

El ascenso a comisaria supondrá un cambio rotundo en la vida de Antonia Mena López, la policía de enlace de la Unidad de Cooperación Internacional en La Haya (Países Bajos). De 43 años, su marido es inspector jefe en Madrid. "Atrás dejaré un montón de amigos, pero en esta vida todo tiene un principio y un final. Ahora me tocará otra etapa", reconoce con esperanza. "Sólo pido buen tiempo, que estoy un poco cansada de que llueva y haga frío todo el día, como ocurre en La Haya".

María Marcos Salvador, una de las cuatro mujeres que se preparan para ser comisarias.
María Marcos Salvador, una de las cuatro mujeres que se preparan para ser comisarias.CONSUELO BAUTISTA

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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