Cincuenta variaciones sobre el sándwich

Como deja ver su nombre, el protagonista de Susan Wich es el sándwich. La filosofía de Amor Martínez y Pascual Cuenca, propietarios de este moderno local, se basa en la calidad y los productos naturales, con un especial cariño por la cocina vegetariana y la internacional. La luminosa estética años cincuenta del local y su cuidada imagen contrastan con la angosta calle de Roteros, en el corazón del tradicional barrio del Carmen. Acompañan los consistentes sándwiches -muy apropiados para compartir y así probar más de uno- unas originales ensaladas y entrantes, y un puñado de deliciosos postres, todos caseros. Desde hace poco ofrecen un interesante menú a mediodía de cocina vegetariana y creativa compuesto por dos platos, pan, bebida y postre o café por 8,90 euros.

El formato de los sándwiches es diferente al habitual y se ofrecen en cuatro versiones de pan artesano: blanco, integral, centeno y soja. También son caseras las salsas: mostaza, verde de ajo y Harissa o picante. El sándwich, cuyo precio oscila entre 5 y 6,50 euros, se sirve siempre abierto y presentado con esmero, para que el comensal se alimente también por los ojos. La carta permite elegir hasta 50 variaciones de su contenido. Los hay de pollo, ternera, cordero, cerdo, jamón, bacalao, atún, salmón, revueltos de huevo, queso, tofu, seitán, algas, o simplemente de verduras, en combinaciones sorprendentes. Son destacables el de queso de cabra, espinacas y champiñón; el de pollo al tandoori con taztziki (una estrella de la casa), o el de cordero macerado.

Las ensaladas son generosas. Están muy buenas la tailandesa (8 euros), la de cuscús y seitán con Harissa (7,75), la de salmón (7) o la templada (6) con espinacas, brécol, beicon y salsa de queso. Los entrantes, casi todos procedentes de la cocina internacional, son tentadores: mojo de atún (5 euros), humus (5), paté de ricota y frutos secos (5), paté de berenjena (5), queso manchego con tapenade de aceitunas verdes (7,75). La carta de vinos es breve, pero ofrece interesantes opciones, como el vino de la casa, el sólido Colegiata (8 euros), de la región de Toro. Hay buenas cervezas de importación y también infusiones naturales.