Con nota
La noticia: "Arranca la selectividad 2005".
La fecha: miércoles 28 de junio de 2005.
En muchas comunidades autónomas hoy ha empezado la selectividad. Si esta mañana han visto por la calle a chavales con los ojos rojos, la cara pálida, con ausencia de higiene en algunos casos... No son zombies con mochila. Son estudiantes.
Estudian de noche y, para mantenerse despiertos, se hinchan a pastillas, tabaco, café. Lo de siempre, pero por la noche estudian. Vamos, que entra su madre a la habitación y están así: "¡Qué pasa, mamaaaaaaa neeeeeeeeng!". Más de uno se podría colgar un cartel que dijera: "Este individuo es un medicamento, leer las instrucciones de abuso. En caso de duda, consultar con su camello".
Más de uno se podría colgar un cartel: 'Este individuo es un medicamento, leer las instrucciones de abuso'
En esta edad tan complicada, este periodo todavía lo complica más. Están muy irascibles. "¿Bajas a cenar?". "¡Déjame!". Bueno, tranquilo, si no pasa nada. Sólo vas a decidir tu futuro para lo que te queda de vida. No te pongas nervioso.
Van tan agobiados que ya no pueden ni pensar. El otro día vi una encuesta por la calle y a uno le preguntaban: "¿En qué rama quieres estudiar?". Y él: "No, yo quiero en un pupitre, como los otros".
Y, si hay exámenes, hay tramposos. Hoy, por ejemplo, los Mossos d'Esquadra han descubierto que se han robado exámenes y tests de ingreso al propio cuerpo. Fíjate tú qué moraleja de delito, un tío que roba para ser policía. No se veía un caso igual desde Antonio David Flores. Ahora, cuando te detenga un mosso: "¡Anda, calla, que tú también has robado!". Bueno, en català: "Au, calla, que tu també has pispat!".
Yo también hacía trampas. Suspendí gimnasia porque tenía que hacer el pino y me pillaron copiando al de al lado, que estaba saltando al potro. Un desastre. Copié mal y me empotré contra un pino.
Me acuerdo de un profesor que siempre me decía: "No tienes que aprenderte las cosas de memoria, tienes que razonarlas". A partir de entonces no ligué nunca más. Cuando una chica me daba su número de teléfono e intentaba aprendérmelo, le preguntaba:
"¿Y por qué 656 y no 737?". Y ella: "¿Y por qué no se lo preguntas a tu madre?". Las chicas, como siempre van así, tan estresadas, no razonan. Después se casan con nosotros, porque no razonan.
Lo de estudiar ya hace tiempo que tendría que estar superado. Debería funcionar como en la peli Matrix, que te enchufaban a una máquina y lo aprendías todo en un minuto. Ahora, por ejemplo, con los que se presentan a la selectividad: "Quiero saberme todo BUP y COU". Y te enchufas el cable en el cogote... ¡Fffff!... y ya está. Sería muy práctico. ¿Carnet de conducir? ¡Fffff!... ¿Las 10.000 recetas de Arguiñano? ¡Fffff!... ¿Las preguntas del Trivial? ¡Fffff!... Y te queda la cabeza en forma de quesito.
En la vida laboral también hay exámenes: los psicotécnicos. Qué jodíos, ¿eh? Tú dibujas un rombo y saben cómo eres. A mí me salió que era un cateto. "¿Podría ser una hipotenusa?". "Anda, cállese". O cuando te ponen dos triángulos, dentro dos cuadrados torcidos y te dicen: "Continúe la serie". Yo, como no lo sabía solucionar, me llevaba una caja de Plastidecor: "La serie no sé cómo continua, pero no me he salido de la raya, ¿eh?". "De la raya no, pero de la entrevista sí".
Luego hay exámenes más fáciles, como el de manipulador. Te preguntan: "Si abres la nevera y ves un queso con moho, ¿qué hay qué hacer?". Coño, pues llamar a TelePizza y cerrar la nevera.
También están los exámenes por vicio. Esos tests que salen en las revistas: "¿Quieres saber si eres un buen amante?". Si fuera buen amante, ¿tú crees que estaría leyendo esta revista? Estaría de trabajo hasta aquí...
Ahora incluso se examina a las ciudades. Los del COI: "Madrid ha sacado una calificación alta... Pero París, muy alta". Si los franceses no saben ni amañar un referéndum, ¿cómo van a organizar unas Olimpiadas? Por favor.
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