Un terremoto desata el pánico en la provincia de Roma

Un terremoto de 4,5 grados en la escala de Richter, con epicentro en el mar Mediterráneo, sacudió ayer a primera hora de la tarde la provincia de Roma causar daños materiales graves ni heridos, aunque provocando el pánico. Su epicentro fue ubicado en el mar Tirreno, a unos 30 kilómetros de profundidad y a 15 kilómetros de la localidad de Anzio, que está a 52 kilómetros al sur de la capital, según informó el Departamento de Protección Civil italiano.

Ante las escenas de pánico que se produjeron en las playas romanas, Protección Civil tranquilizó enseguida a los bañistas y negó que el seísmo, que duró apenas 10 segundos, pudiera provocar un maremoto. El movimiento sísmico se advirtió en los edificios del centro histórico de la capital italiana, en diferentes barrios de la periferia y en el aeropuerto internacional de Fiumicino, donde se hicieron controles inmediatos para verificar el estado de las pistas.

En Roma, los bomberos y los técnicos del Ayuntamiento comprobaron a lo largo de la tarde el estado de decenas de edificios y sitios arqueológicos de interés artístico, como el Coliseo y la Muralla Aureliana, sin detectar ningún problema estructural y pese a haber recibido varias llamadas de ciudadanos preocupados por la situación de sus casas.

Un anciano muerto

Unidades del Cuerpo de Bomberos de la región del Lazio salieron inmediatamente a las calles para comprobar la incidencia del seísmo, mientras dos helicópteros recorrieron toda la franja costera para hacer un reconocimiento. El único incidente que apunta la prensa local es la muerte de un anciano en el pueblo de Ardea, motivada porque cayó de una escalera y se golpeó la cabeza, sin que esté claro que el suceso se produjera a causa del movimiento sísmico.

El terremoto motivó que en toda Roma y aledaños numerosas personas salieran a la calle preocupadas, mientras algunas decenas acudieron a centros médicos con ataques de nervios y ansiedad. Los bomberos y los carabinieri recibieron muchas llamadas de personas alarmadas por la situación, que reclamaban información sobre lo sucedido y la posibilidad de que hubiera nuevos movimientos de tierra.

En la capital italiana hubo en el año 2000 un par de terremotos de escasa intensidad, según el Instituto de Geofísica, que ha apuntado que el epicentro se ha situado en una zona poco conocida desde el punto de vista sísmico. No obstante, en 1919 se produjo en la misma zona un terremoto similar. El presidente del Instituto de Geofísica, Enzo Boschi, precisó que se trató "de un terremoto de pequeña entidad pero fuertemente advertido por la población debido a que se ha desarrollado en la superficie".

Las autoridades locales han anunciado que en los próximos días habrá nuevas inspecciones y controles de edificios públicos para verificar si se ha producido daño alguno no visible a las estructuras.