El Ayuntamiento se sumará a las denuncias contra los 13 detenidos en las fiestas de Gràcia

El Ayuntamiento de Barcelona se personará por la vía penal en las causas judiciales contra los 13 detenidos por su presunta participación en los altercados de la semana pasada en el distrito de Gràcia. La Guardia Urbana arrestó durante la madrugada de ayer a tres jóvenes italianos que lanzaron botellas de vidrio contra la policía. El consistorio advirtió de que volverá a personarse contra los autores de cualquier altercado "que se pueda producir en el futuro".

El Ayuntamiento de Barcelona emitió ayer un comunicado en el que lamentó los altercados producidos por "una minoría" y los atribuyó a actos vandálicos que no han sido motivados por "un problema de incivismo", sino por "una actitud violenta" ejercida por personas que "para prolongar la fiesta y divertirse" han atentado contra bienes públicos y privados y hasta la decoración de las calles.

Aún no se sabe el importe definitivo de los destrozos ocasionados por los grupos de jóvenes que durante la semana pasada cometieron actos vandálicos en las fiestas de Gràcia. Los primeros cálculos del Ayuntamiento estiman que la limpieza extraordinaria y la reposición del mobiliario urbano roto costarán más de 25.000 euros. Además, estos jóvenes dañaron escaparates, cajeros y cabinas telefónicas. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Urbana han detenido a 13 jóvenes, 4 de ellos menores de edad y otros 4 extranjeros (3 italianos y un austriaco), mientras que 11 agentes antidisturbios resultaron heridos en los enfrentamientos.

La Guardia Urbana detuvo ayer a Genaro Salvatore C., de 22 años; Carmine T., de 20 años, y Andrea C., de 19 años, mientras volcaban un contenedor de basuras en la calle del Torrent de l'Olla alrededor de las 5.00. Fuentes policiales explicaron que los tres jóvenes habían arrojado botellas de vidrio a los agentes de policía que intentaban desalojar las plazas para que entraran los servicios de limpieza.

La semana pasada, la consejera de Interior, Montserrat Tura, anticipó que en Gràcia se han mezclado grupos de jóvenes autóctonos que se divertían destrozando y turistas que estaban ebrios. El Ayuntamiento se ha propuesto introducir cambios en la fiesta mayor y reducir la venta de alcohol, aunque los organizadores se han opuesto a la medida y han recordado que es más perjudicial la proliferación de los vendedores ambulantes de alcohol. La Guardia Urbana ha realizado en la última semana más de 200 intervenciones contra estos lateros y ha requisado unas 17.500 latas de cerveza y refrescos. Estas actuaciones no fueron suficientes para eliminar la venta en la calle, puesto que encontrar a uno de estos comerciantes callejeros durante las fiestas resultaba bastante fácil.