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ERC presiona para que haya elecciones si no hay acuerdo sobre el Estatut

Los dirigentes de Esquerra Republicana (ERC) presionan a sus socios en el Gobierno catalán para que acepten su condiciones en la reforma del Estatuto de Autonomía.

El portavoz parlamentario de los independentistas, Joan Ridao, insiste en que si el Partit dels Socialistes (PSC) bloquea el Estatut, "habría que dar la palabra a los electores".

Un paso más en esta misma dirección lo dio el también republicano Joan Carretero, consejero de Gobernación en el tripartito. "Si alguien ha apostado que haría un Estatut y no lo consigue, tendría que plantear dedicarse a otra cosa e irse a casa", dijo en una conferencia en la Universitat Catalana d'Estiu que se celebra en Prada de Conflent (Francia). La alusión vale en primer lugar para el presidente Maragall, pero en realidad también para el de su propio partido, Josep Lluís Carod, que no cesa de subrayar en sus intervenciones públicas que el nuevo Estatut es el principal objetivo del Gobierno catalán."Si no hay Estatut, la legislatura está muerta", remató utilizando los mismos términos que los dirigentes de CiU y el PP.

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El adelanto electoral sería necesario, precisó, si se mantienen las discrepancias entre dos de los socios del Gobierno tripartito, PSC y ERC, respecto al contenido del Estatut. El consejero dibujó un panorama distinto en caso de que el Ejecutivo consiga una posición unitaria y sea CiU la que bloquee la reforma. En este caso, el Gobierno podría continuar y la legislatura se podría alargar para hacer gestiones importantes, dijo.

Uno de los vicepresidentes de otro partido del Gobierno catalán, Iniciativa Verds, Jordi Guillot, criticó ayer que sus socios se hayan sumado a las especulaciones de CiU y PP sobre un adelanto electoral. "Cuando alguien quiere llegar a acuerdos, siempre encuentra la manera", afirmó. Vincular el debate de la reforma estatutaria con un eventual adelanto electoral "no ayuda" para nada a la culminación de un acuerdo que en su opinión es perfectamente posible.El Gobierno catalán se reúne hoy por vez primera después de las vacaciones. Será también la primera reunión del Ejecutivo desde la aprobación del dictamen sobre el Estatut en la Comisión Primera del Parlamento catalán, en la que se materializó el acuerdo entre ERC y CiU contra los socialistas en el título que trata sobre las competencias de la Generalitat.

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La reunión de hoy es de carácter deliberativo. Está previsto que se aborden informes sobre la sequía, los incendios forestales, y otros asuntos de actualidad durante el verano. La única novedad de relieve durante estas últimas semanas acerca de las discrepancias surgidas entre los miembros del Gobierno sobre la reforma del Estatut ha sido el tope temporal para alcanzar un acuerdo fijado la semana pasada por el presidente Pasqual Maragall. Si los partidos no alcanzan el consenso necesario en torno a la última semana de septiembre, el proceso de reforma estatutaria habrá terminado con un fracaso.

Maragall tiene pendiente la adopción de alguna iniciativa para lograr un acercamiento entre las posiciones del PSC por una parte, y las de ERC y CiU por la otra, en el debate de las competencias de la Generalitat, cristalizado en torno a la invocación de los derechos históricos. Maragall espera que el líder de la oposición y de CiU, Artur Mas, modifique su intransigencia sobre este punto.

Maragall y Mas

Sin embargo, esta eventualidad parece cada día más difícil porque los dirigentes de ERC también se muestran absolutamente decididos a mantener las posiciones que acordaron con CiU en este conflictivo punto, y que Mas considera como un gran triunfo sobre el PSC.

Ayer mismo, el consejero Carretero calificó la invocación a los derechos históricos como "irrenunciable" y consideró que "es un acierto fantástico que por primera vez el catalanismo político los reivindique". El portavoz de Convergència Democràtica, David Madí, ofreció el despacho de Mas en la sede central de su partido en Barcelona para celebrar una reunión con el presidente Maragall después de que éste dejara claro el domingo de que el encuentro está supeditado a que CiU dé muestras de "buena voluntad negociadora".

Esta oferta de Madí fue rechazada por el secretario de organización del PSC, José Zaragoza, como una falta de respeto institucional al presidente de la Generalitat y una demostración de que CiU no está interesada en negociar, sino en imponer sus posiciones. Que Madí "haga broma de un proyecto tan importante como el nuevo Estatut", es "intolerable" y "sólo busca desgastar al Gobierno y al presidente, sólo quiere provocar un avance electoral con tal de satisfacer sus intereses de partido", afirmó.

Por su parte, el líder del PP catalán, Josep Piqué, dio por "muerto" el proceso de reforma estatutaria por las discrepancias entre el PSC, CiU y ERC y abogó por convocar elecciones anticipadas.

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