El PSOE acusa a los populares de "incendiar los ánimos mientras ardía Guadalajara"

La comisión de investigación del incendio de Guadalajara subió ayer aún más el tono. Los dos grupos políticos de Castilla-La Mancha, PSOE y PP, llegaron a ignorar a los comparecientes -el consejero de Presidencia (admitió que "pudo haber errores en la extinción") y la delegada del Gobierno- y se enzarzaron en franca bronca. El portavoz socialista, José Molina, acusó a la popular Ana Guarinos de "incendiar los ánimos de la gente mientras ardía Guadalajara". La popular replicó que lo raro es que sólo hubiera 11 muertos con la mala gestión que se hizo del incendio.

La jornada de ayer era una de las más esperadas. Comparecía el máximo responsable de la Junta de Castilla-La Mancha que va a pisar la comisión, el consejero de Presidencia, Máximo Díaz Cano. El consejero comenzó afirmando que no tenía nada que añadir a lo ya dicho y se puso a disposición de las preguntas de los diputados. Eso no es sencillo puesto que los portavoces de PSOE y PP optaron ayer definitivamente por no hacer preguntas. En su lugar, lanzan una diatriba (a favor o en contra de la gestión del incendio, según el partido) que van salpicando de referencias a los comparecientes y, esporádicamente, en el caso del PP, de preguntas.

La diputada popular Ana Guarinos insistió en su principal crítica desde que comenzó la comisión: que faltaron medios y coordinación hasta que se produjo el siniestro. "Los medios sólo se reforzaron el día 17 por la noche [los 11 miembros del retén habían fallecido a las 17.30]. Es entonces cuando piden por primera vez los medios del día siguiente; hasta ese día los pedían por la mañana, lo que acababa suponiendo un retraso de la hora a la que llegaban los aviones del ministerio. Si los medios hubieran sido necesarios y suficientes, como usted afirmó el primer día, el incendio se hubiera atajado eficazmente y se podían haber evitado las muertes".

Díaz Cano replicó que los medios que se pedían y en qué momento se pedían era una decisión de los técnicos de extinción. "El fuego no lo apaga la consejera de Medio Ambiente, ni este consejero, sino los técnicos. Claro que pudo haber fallos y que, con posterioridad, es posible ver que hubo errores, pero establecer una relación causa-efecto con la muerte del retén es hacer un juicio temerario".

Acto seguido, Díaz Cano recordó que la Comunidad de Madrid negó la máquina pesada que Castilla-La Mancha le pidió en un primer momento y dijo que el PP se dedicó a caldear los ánimos de la gente cuando el presidente regional, José María Barreda y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, visitaron la zona.

Por la tarde, el portavoz socialista, José Molina, perfeccionó la frase: "Los populares se dedicaron a incendiar los ánimos mientras ardía el monte". Fue el inicio de la imparable subida de tono que siguió desde la tribuna de comparecientes la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Carmen Valmorisco.

Comparecencia inusual

Valmorisco subrayó lo inusual de su comparecencia ante unas cortes regionales y que el día del incendio, debido a las condiciones climatológicas, "toda España podía ser la Riba de Saelices". En su primera intervención aportó que el nivel 2 de alerta, por el que se crea un gabinete de coordinación con el Gobierno, lo propuso ella "sobre las 19.00 del domingo", hora y media después de que el único superviviente del retén llamase alertando del siniestro. Valmorisco señaló que las muertes "no se pudieron evitar".

La delegada señaló que el nivel 2 se declara "ante la necesidad de otros medios además de los de extinción: hospitales de campaña, psicólogos...". Sobre el aumento de aviones del Ministerio de Medio Ambiente tras el suceso, la delegada señaló que el sábado, cuando se inició el fuego, en España había 20 incendios; el domingo, 10, y el lunes, sólo seis: "Los medios aumentaron conforme disminuía el número de fuegos que atendía el ministerio".

Guarinos replicó que la comparecencia de la delegada había sido "una tomadura de pelo" y afirmó que lo extraño es que no hubiera más muertos: "Tenemos que agradecer que la tragedia no fuese mayor dada la gestión del incendio". El portavoz socialista se olvidó de Valmorisco y replicó enérgico a Guarinos: "El accidente fue inevitable e impredecible" y le espetó: "Alguna persona cercana a usted estuvo incendiando los ánimos en la zona". La popular se defendió en su último turno.

La delegada del Gobierno cerró la sesión de forma lacónica: "Sólo me han hecho tres preguntas. Procuren que la comisión sirva para mejorar, no para sacar las vísceras, que es lo que no quieren los ciudadanos".