La ardua supervivencia del CBGB, el legendario local neoyorquino
El famoso garito, amenazado por impago del alquiler, vio nacer a Los Ramones, Debbie Harry, Patti Smith y Talking Heads, entre otros
Cuatro letras con 32 años de historia amenazadas de muerte. CBGB. El local que alimentó el punk neoyorquino a mediados de los años setenta en el corazón del East Village, que vio nacer y crecer a Los Ramones, Debbie Harry, Patti Smith o Talking Heads, y entre cuyos ilustres parroquianos se contaban Andy Warhol o Allen Ginsberg, está en lucha por la supervivencia. Los dueños del edificio que lo aloja, el Bowery Residents Committee (BRC), una organización semiestatal que da cobijo y ayuda a homeless (gente sin hogar), denunciaron en febrero a Hilly Kristal, el fundador del local, por impagos en el alquiler de casi 100.000 dólares y solicitaron su desalojo. Pero hasta los jueces neoyorquinos parecen estar dispuestos a evitar que uno de los locales imprescindibles de la geografía musical de la ciudad desaparezca, y el pasado miércoles un juzgado le dio la razón al CBGB proclamando que no puede ser desahuciado por dichas deudas puesto que corresponden a un aumento del alquiler que nunca fue notificado. La sentencia afirmaba: "El CBGB es una institución cultural que ha ofrecido un espacio y una voz para un género musical único y original y sería inconsciente para este juzgado permitir el desahucio simplemente porque no se dio cuenta de que debía dinero".
Para Kristal, que estaba dispuesto a pagar toda la deuda pero defendía que sus caseros nunca le comunicaron que su alquiler había aumentado hasta los 19.000 dólares mensuales, no significa haber ganado la guerra en la que está inmerso. Su contrato de alquiler finaliza el próximo 31 de agosto y los propietarios, aprovechando el boom inmobiliario que sufre la calle Bowery, quieren doblar el precio actual, elevándolo hasta los 40.000 dólares. Desde que arrancó la disputa judicial, Muzzy Rosenblatt, el director ejecutivo del BRC, no ha querido sentarse a negociar la renovación del contrato y ha puesto el local en el mercado inmobiliario con vistas a septiembre. Tras la sentencia, Rosenblatt anunció que presentaría un recurso y afirmó: "Si quieren discutir su futuro yo estoy dispuesto pero ellos tienen que cumplir sus obligaciones y pagar sus deudas".
Kristal, que cuenta con muchos amigos en una ciudad que le debe el haberla situado en el mapa del punk antes de que floreciera en el Reino Unido, lleva meses inmerso en la campaña Salvemos el CBGB y durante todo el mes de agosto ofrece conciertos diarios para recaudar fondos para su particular guerra. Pero si Hilly Kristal no consigue mantener el CBGB en la calle Bowery, quizás tenga que arrepentirse de las palabras que recogió el semanal Village Voice: "Toda la zona está cambiando. Este barrio podría ser más bonito y más limpio. Las cosas desaparecen, los locales desaparecen. ¿Quieres cosas viejas? Vete a Europa. Esto es Nueva York".-
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