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Maragall, convencido de que habrá Estatuto en septiembre

Consejeros socialistas piden más firmeza con Esquerra Republicana

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha vuelto a lanzar un mensaje de optimismo sobre el actual bloqueo de la reforma del Estatuto, que en su opinión estará listo en septiembre, y sobre la resistencia de su Gobierno tripartito. Pese a que consejeros socialistas señalan que el presidente debería mostrar más firmeza con su díscolo socio Esquerra Republicana (ERC), Maragall le ha hecho un guiño, que, a su juicio, "ha querido demostrar que está en el tripartito porque quiere y se lo hemos de reconocer".

Maragall se expresó en estos términos en una entrevista al periódico El Punt de Girona, donde está descansando estos días, aunque se trate de un descanso relativo debido al actual impasse político que vive Cataluña. La misma noche del sábado, el presidente se rodeó de algunos de sus más destacados consejeros para abordar la estrategia a seguir, en una cena de carácter informal celebrada en un restaurante de Rupià marcada por el mutismo casi total de sus asistentes.

Distintas fuentes socialistas intentaron por todos los medios restar importancia al encuentro, al que tenían previsto asistir el responsable de Economía y Finanzas, Antoni Castells; el de Política Territorial, Joaquim Nadal; la de Sanidad, Marina Geli; la de Interior, Montserrat Tura, y el secretario del Gobierno catalán, Ernest Maragall.

Las fuentes consultadas sugirieron que no todas las estrategias son coincidentes en el PSC. Algunos de los asistentes a la cena son de la opinión de que el presidente Maragall debería adoptar una actitud más firme con sus socios de Esquerra que, sin tensar demasiado la cuerda, evidenciara el carácter preponderante de los socialistas en el seno del Gobierno.

"En algún momento nos tendremos que plantar", señala un destacado socialista, quien asegura que fue un error no presentar un redactado conjunto del Estatuto de ERC, PSC e ICV. "Lo lógico hubiera sido esta fórmula, la misma que con la financiación. Nos habríamos ahorrado muchos problemas", agrega.

Pero no se puede dar marcha atrás. Ahora, después de que ERC, en el Gobierno, y CiU, en la oposición, introdujeran su invocación a los derechos históricos para blindar las competencias estatutarias, desde el PSC se apuesta por presionar a sus socios republicanos con el argumento de que su actitud pone en peligro la continuidad del tripartito y el tan publicitado giro social y de izquierdas.

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A este respecto, el presidente Maragall se mostró convencido de que habrá un acuerdo sobre el Estatuto en septiembre y que a partir de octubre se discutirá ya en Madrid, y de que su Gobierno tripartito "acabará la legislatura". El presidente insistió en su idea de que Cataluña "representa la alternativa española, no la excepción española", y de que esta comunidad encarna "una manera de entender España que no tiene una sola capital ni un solo sistema radial de infraestructuras, que no acepta un sistema de ordeno y mando basado en un centro omnipotente, sino una España plural con muchos motores".

"El PSC es el principal partido del Gobierno y no podemos asistir a una deslealtad de este tipo por parte de quien dice ser nuestro socio", añaden otras fuentes. En todo caso, los socialistas admiten a regañadientes que el viraje republicano del pasado 29 de julio no sólo les pilló por sorpresa, sino que les ha obligado a modificar su estrategia política. Contaban con que fuera CiU la que se alejara del acuerdo.

"En la votación en ponencia se puso de manifiesto la solidez del tripartito y la soledad de CiU. Si esto hubiera continuado así, los convergentes habrían transigido en muchas materias. Pero la actuación de ERC ha dado alas al partido de Artur Mas y así estamos ahora, con el Estatuto bloqueado", según fuentes del PSC. Mientras algunos miembros de este partido creen que al final habrá pacto porque todos los grupos cederán, otros opinan que hace falta que Maragall dé "un puñetazo sobre la mesa" para convencer a ERC de que cambie de actitud.

La mayoría de dirigentes políticos catalanes coincide en que será el dictamen del Consell Consultiu sobre la constitucionalidad de la propuesta del Estatuto el que marcará las estrategias definitivas. CiU caldeó más el ambiente al advertir ayer, en La Razón, de que no votará el Estatuto aun en el caso de que el PSC aceptara reclamar los derechos históricos, si no acepta el concierto económico.

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