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Gràcia empieza su fiesta mayor en un ambiente lúdico y tranquilo pese a las protestas 'okupas'

La activista Remei Sipi inauguró ayer los festejos con un pregón a favor de la integración

Mientras los vecinos daban los últimos retoques a la decoración de las calles, el pregón de Remei Sipi -activista por los derechos de las inmigrantes- inauguraba oficialmente en la tarde de ayer la fiesta mayor de Gràcia. Oriundos del barrio y numerosos visitantes copaban la plaza de Rius i Taulet, enclave en el que se encuentra la sede del distrito. Momentos antes, tres miembros del colectivo antisistema se encaramaron a un andamio para leer su propio pregón. Los okupas, cuyo programa de actividades ha sido prohibido, gritaron a los políticos. Su posterior manifestación fue pacífica.

Un ensordecedor retumbar de tambores precedió ayer el pregón tradicional que abre la fiesta mayor de Gràcia, el jolgorio más multitudinario del verano barcelonés. De su lectura -en catalán- se encargó Remei Sipi, de 53 años y originaria de Guinea Ecuatorial. Sipi vive en la barriada desde 1975. "La fiesta de aquel año no fue de las mejores. Raimon actuaba en la plaza del Sol y su concierto fue interrumpido por una carga policial", recordó la pregonera, cuyo discurso fue respetado por la cincuentena de okupas que recibieron con gritos a los representantes políticos.

Con anterioridad, los antisistema leyeron su propio pregón, acto que contaba con los permisos pertinentes de la Administración. Denunciaron entonces que el distrito de Gràcia les ha prohibido realizar sus festejos, a los que no renuncian. En esta edición, todas las plazas del barrio contarán con actividades del programa oficial, decisión que impide a los okupas adueñarse de la vía pública para realizar sus celebraciones contestatarias. Así, la plaza de Rovira i Trias acogerá esta semana un mercadillo de productos artesanales realizados por reclusos en centros penitenciarios y la de Joanic se ha reservado para un sinfín de actividades infantiles. Tradicionalmente, los okupas celebraban sus festejos en estos enclaves. Los actos organizados por la Asamblea de Fiestas Alternativas de Gràcia en la plaza del Diamant sí cuentan con los permisos necesarios.

Precio de las viviendas

El pregón de Sipi no les produjo indiferencia, ya que recogía algunas de sus protestas, como la crítica a la especulación inmobiliaria. "El barrio se ha convertido en los últimos años en un lugar de acogida. Lamentablemente, muchos jóvenes se tienen que ir de aquí por el aumento del precio de las viviendas", lamentó la pregonera, flanqueada por el concejal del distrito, Ricard Martínez -que apenas pudo decir unas palabras-, y otros políticos, entre los que se encontraban el alcalde accidental de la ciudad y presidente del consejo del distrito de Gràcia, Ferran Mascarell; el portavoz municipal del Partido Popular, Alberto Fernández Díaz, y el segundo teniente de alcalde, Jordi Portabella. Mascarell hizo una llamada al civismo para que las fiestas transcurran sin altercados. Anunció además que la Administración utilizará todos los medios para impedir reyertas.

Más allá de las interrupciones concretas, el acto inaugural de la fiesta mayor de Gràcia se desarrolló con total normalidad. La pregonera ensalzó la tradición de asociacionismo que enriquece la vida cotidiana de la barriada y realizó un sentido canto a la integración de los inmigrantes. "No somos los otros, somos de Gràcia. Nuestros hijos han nacido aquí, el lugar en el que hemos echado nuestras raíces", dijo emocionada. Sipi pidió además aunar la lucha de toda la sociedad para acabar con la violencia contra las mujeres. La gente que llenaba la plaza de Rius i Taulet aplaudió mucho su intervención y tapó con sus aplausos las proclamas de los antisistema.

Sin embargo, el pregón alternativo no fue el único acto de protesta convocado ayer en Gràcia. Unos 150 jóvenes okupas se concentraron en la confluencia de las calles Gran de Gràcia con Astúries -delante de la estación de metro de Fontana- para recordar la agresión que hace un año sufrió Roger Albert, que pertenecía al colectivo, por parte de un grupo de skins. Como consecuencia del incidente, en diciembre murió el joven okupa, de 25 años, tras permanecer en coma durante cuatro meses. La protesta se produjo sin que ocurrieran incidentes y culminó con la lectura de un manifiesto en recuerdo a Albert y contra los grupos de tendencia neonazi.

Al contrario de lo que sucedió el pasado 24 de diciembre, cuando una marcha por la muerte de Albert culminó en destrozos de comercios y mobiliario urbano, ayer la concentración estuvo marcada por la calma. Tan sólo hubo algunos incidentes entre los okupas y periodistas gráficos, y con algunos turistas que sacaron sus cámaras para grabar la concentración.

Apenas hubo gritos, sólo un breve manifiesto en el que se recordó al joven fallecido, se criticó la actuación del Ayuntamiento de Barcelona y se lanzaron proclamas contra los movimientos de extrema derecha. A las 21.00 horas se dio por finalizada la manifestación. Justo entonces algunos jóvenes pintaron con grafito la calzada, el edificio de la estación y otro que ocupa Telefónica. Prodigaron críticas contra los nazis, recordaron que no van a olvidar ni perdonar el asesinato y anunciaron venganza.Ajenos a las protestas, los curiosos empezaban ya a pasear ayer por las calles engalanadas, que en esta edición suman 22, una menos que el año pasado. Los vecinos estaban inmersos todavía en dar los últimos retoques a las decoraciones. Miraban intranquilos al cielo, temerosos de que una tormenta pudiera destrozar su laborioso trabajo. El incremento de las ayudas de las administraciones local y autonómica ha permitido, además de potenciar las actuaciones en directo, mejorar la calidad de las decoraciones, aseguró recientemente Albert Torres, presidente de la Federación Fiesta Mayor de Gràcia.

Para reforzar la seguridad, al aumento de efectivos policiales se sumarán este año siete mediadores sociales. Su labor consiste en dirigirse a las personas que mantengan comportamientos incívicos para que cambien su actitud y respeten el descanso de los vecinos. Ante el aluvión de gente que se avecina, se ha incrementado también el número de lavabos públicos y se pondrá a disposición de los visitantes un autobús lanzadera que conectará la confluencia de las calles de Còrsega y Pau Claris con el centro de Barcelona.

Después del aperitivo del pregón, el auténtico jolgorio arranca hoy con una extensísima serie de actividades. Tracas, pasacalles, aperitivos populares,bailes amenizados por orquestas, concursos deportivos, funciones de danza, espectáculos teatrales, proyecciones de películas, habaneras y conciertos de canciones tradicionales catalanas son algunas de las propuestas de la profusa programación de la fiesta mayor de Gràcia. Varios de estos actos festivos recordarán a Ovidi Montllor en el décimo aniversario de su fallecimiento.

La activista Remei Sipi, pregonera de las fiestas, entre Ricard Martínez (izquierda) y Ferran Mascarell.
La activista Remei Sipi, pregonera de las fiestas, entre Ricard Martínez (izquierda) y Ferran Mascarell.CARMEN SECANELLA

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