Más de la mitad de las bibliotecas municipales de Barcelona han cerrado en agosto

Un total de 17 de las 29 bibliotecas municipales de Barcelona han cerrado por vacaciones durante el mes de agosto. Marta Clarí, directora de la red de bibliotecas municipales, explica que esta medida se debe al descenso en el número de visitas registradas todos los años durante el mes de agosto. "La escasa demanda ha motivado que en los últimos años hayamos llevado a cabo una campaña que consiste en mantener abierta, como mínimo, una biblioteca por distrito. De esta manera, todos los usuarios pueden encontrar un centro abierto cerca de casa", explica Clarí.

La Fraternitat, Bonnemaison, Fort Pienc, Joan Miró, Vapor Vell, Miquel Llongueras, Clarà, Vila de Gràcia, Mercè Rodoreda, Nou Barris, Ignasi Iglesias y Xavier Benguerel son las 12 bibliotecas que han continuado ofreciendo sus servicios durante este mes. La mayoría de ellas tiene un horario de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 21.00, y algunas abren también los sábados por la mañana. Los domingos, en cambio, el único barrio que dispone de biblioteca es Sant Andreu. Con los nuevos horarios, los usuarios no pueden acceder a algunos de los fondos especializados distribuidos en las distintas bibliotecas municipales como, por ejemplo, el de novela contemporánea barcelonesa de la Juan Marsé, o los libros sobre la cultura árabe de la biblioteca de Sant Pau-Santa Creu.

Clarí explica que el descenso en el número de visitas durante el mes de agosto motiva que "sólo se mantenga abierta la biblioteca del distrito; es decir, la que tiene una superficie mayor y un fondo documental más amplio". "En los próximos años se irán ampliando estos horarios, pero entendemos que en la actualidad ofrecemos un buen servicio", añade.

Aumento de usuarios

Durante el mes de agosto del pasado año, las bibliotecas que permanecieron abiertas recibieron a 182.654 usuarios, lo que supuso un descenso del 34% respecto al mes de julio, mientras que el volumen total de visitas en 2004 ascendió a 4.126.308, el 13% más que en el año anterior.

"En general hemos observado un crecimiento en el número de usuarios, pero ha habido un aumento todavía mayor en el préstamo de documentos. Eso significa que no sólo nos visitan estudiantes, sino un público amplio que utiliza la biblioteca como centro de ocio", indica Clarí.

Las bibliotecas universitarias, en cambio, apenas han alterado sus horarios. En la Universidad de Barcelona algunas de ellas cierran en agosto, pero la mayoría ofrece sus servicios mañana y tarde de manera ininterrumpida. Las de la Universidad Pompeu Fabra abren de 8.00 a 1.30 como es habitual, mientras que la UAB recorta sus horarios y cierra por las tardes.