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Reportaje:PLAN DE BARRIOS | Cerdanyola, de Mataró

Una reforma integral

El barrio de Cerdanyola quiere dejar atrás su pasado de zona periférica de la ciudad

Su aspecto es el propio de un barrio de la periferia, y precisamente eso es lo que quiere dejar de ser. El barrio de Cerdanyola, en Mataró, es el más grande de la capital del Maresme, con una población de 29.148 habitantes de los más de 112.000 que posee la ciudad. La zona empezó a surgir durante los años sesenta y setenta, cuando los inmigrantes que llegaban a Mataró procedentes de otros puntos de España, sobre todo del sur, tuvieron que inclinarse por comprar terrenos fuera de la ciudad -ya que en el centro eran más caros- y una vez allí empezaron a autoconstruirse las viviendas.

El barrio posee dos territorios claros: la zona sur, donde la orografía es llana, y la del norte, con calles inclinadas y aceras estrechas ocupadas por coches que impiden el paso a los peatones. Para mejorar la zona del norte de Cerdanyola, el Ayuntamiento de Mataró -encabezado por un tripartito con el PSC, ERC e ICV- contará con las ayudas de la Generalitat para llevar a cabo el Plan General de Cerdanyola, aprobado en 1996.

El nuevo plan para el barrio incluye la creación de cuatro ejes cívicos, más equipamientos y la activación comercial
"Nuestra intención es mejorar el espacio público, pavimentar calles, ampliar aceras y cuidar los espacios comunes".

Mataró presentó a la primera convocatoria de la Ley de Barrios un proyecto que ascendía a nueve millones de euros, aunque la Generalitat lo rechazó por considerar que había otras zonas prioritarias para recibir ayudas. Para la segunda convocatoria, el proyecto fue el mismo y esta vez sí que fue aceptado, aunque sólo se aprobó una inversión de 7,6 millones de euros, de los que el Gobierno catalán financiará la mitad. Los otros 3,8 millones de euros y los 2 millones que la Generalitat recortó del proyecto presentado correrán a cargo del consistorio, que aprobó el proyecto por unanimidad en un pleno. El equipo del gobierno local tiene un plazo de cuatro años, hasta 2009, para realizar todos los proyectos estipulados en el documento entregado al Departamento de Política Territorial y Obras Públicas.

El Plan General de la zona norte del barrio de Cerdanyola -que es la única que se ha incluido en el proyecto- incluye la creación de cuatro ejes cívicos, la dotación de equipamientos y el impulso comercial, entre otras cosas. "Cuando decidimos elaborar el plan general del barrio nos dimos cuenta de que urbanísticamente ya estaba acabado, así que lo que tocaba era reformarlo", afirma Quiteria Guirao, concejal de Ciudad Sostenible del Ayuntamiento de Mataró por ICV y presidenta del Plan General para Cerdanyola. "Nuestra intención es dotar la zona norte de equipamientos y actuar en el espacio público, por ejemplo, facilitando el acceso a las calles. Es decir, mejorar el espacio público, pavimentar calles, ampliar las aceras y cuidar los espacios comunes". Entre las acciones que la Generalitat ayudará a financiar, la más relevante es la reconversión de la vía principal del barrio, la avenida de Puig i Cadafalch, en un eje que vertebre todo el barrio y que se convierta en una vía estratégica de Mataró. Para potenciar este punto, la urbanización de cuatro ejes cívicos servirá para conectar la avenida dedicada al arquitecto catalán y las diversas zonas del barrio, con los equipamientos de todo tipo y las zonas verdes y forestales que ya existen y las que se construirán a posteriori.

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Para dar prioridad a los peatones en un barrio de aceras muy estrechas en las que hay una gran cantidad de automóviles aparcados en ellas que impiden el paso a los viandantes, se cortarán algunas calles al tráfico durante determinadas horas del día. Además, se pavimentarán algunas vías, se eliminarán los postes que transportan la energía eléctrica y se destruirán las barreras arquitectónicas, en general.

Se potenciarán, además, los equipamientos de la zona. Por ejemplo, se rehabilitará el Mas Miralles, de 1931, para convertirlo en un centro de apoyo a las personas de la tercera edad. También se construirán nuevos centros en las calles de Tres Roques y Joan Maragall, en los que se llevarán a cabo programas educativos para jóvenes, de apoyo a las familias y a las mujeres. En la misma calle, en unos terrenos que el consistorio comprará al colegio de los Salesianos, se creará una nueva área verde.

Finalmente, la Generalitat ayudará al Ayuntamiento a realizar sus programas de ayudas para la instalación de ascensores en un barrio en el que el 66,96% de los edificios, de cuatro plantas o más, no tienen ascensor. Gracias a las subvenciones se espera instalar un mínimo de 15 ascensores en inmuebles de la zona.

Están previstas otras actuaciones no subvencionadas por la Generalitat pero que servirán para dar coherencia al Plan General del barrio; la cantidad necesaria para llevarlas a cabo será aportada por el Ayuntamiento de Mataró. En este aspecto, las inversiones más importantes serán para la construcción de tres aparcamientos subterráneos. Con estos nuevos equipamientos se pretende evitar el exceso de coches aparcados en la calle.

El plan prevé la construcción de un nuevo polideportivo, una guardería, una nueva plaza y un equipamiento deportivo en la zona del Sorrall, en la que se pretende modificar el Plan General para darle diversos usos. Se instalarán, además, placas fotovoltaicas.

El Ayuntamiento quiere asimismo poner en marcha programas sociales dedicados a la cohesión social, los jóvenes y los inmigrantes.

Esta reforma integral del barrio tendrá en cuenta la incorporación de las tecnologías de la información, la eficiencia energética, el ahorro en el consumo de agua, el reciclaje de residuos y la supresión de barreras arquitectónicas.

A partir de ahora, sólo queda que el Ayuntamiento apruebe en el pleno de septiembre las ayudas concedidas por la Generalitat y después se debe firmar un convenio entre las dos administraciones para decidir el calendario de actuación.

"En el consistorio tenemos que conseguir que el calendario se cumpla, coordinarlo con explicaciones a los vecinos, crear grupos de seguimiento y potenciar la implicación de la gente del barrio, sobre todo en los programas sociales que se quieren llevar a cabo para que aporten sus iniciativas", explica la concejal de Ciudad Sostenible de Mataró.

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