El déficit comercial de EE UU crece un 6,1% por el coste energético

El efecto combinado del alza en las importaciones de petróleo y la fortaleza del dólar pasó factura en junio a la balanza comercial de EE UU, cuyo déficit se agravó hasta 58.820 millones de dólares (47.400 millones de euros), un 6,1% más que en mayo. Para añadir aún más dramatismo, el precio de las importaciones subió en julio un 1,1% por la escalada del crudo, lo que augura otro empeoramiento del déficit. Wall Street acogió la noticia con una caída del 0,8% en su índice Dow Jones, que cerró en 10.600,31 puntos.

Los inversores preveían un incremento del déficit comercial hasta 57.200 millones de dólares (46.000 millones de euros), inferior a los 58.820 millones de dólares (47.400 millones de euros) contabilizados finalmente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta cifra es también inferior al récord histórico de 60.100 millones de dólares (48.300 millones de euros) de febrero. En el mercado de divisas, los analistas empiezan a presagiar el inicio de una nueva fase de debilitamiento del dólar. Aun así, el billete verde se apreció ayer frente al euro, que cotizaba a 1,2441 dólares hacia el final de la jornada estadounidense, frente a los 1,2470 dólares del día anterior.

El déficit comercial puede agravarse si se tiene en cuenta que el precio del barril ha superado esta semana los 67 dólares en Nueva York. Debido a la escalada del crudo, el valor total de las importaciones subió un 2,1% en junio y marcó un récord de 165.650 millones de dólares (133.245 millones de euros).

El motivo de la aceleración es el incremento del volumen de crudo comprado fuera de Estados Unidos en junio que, con 10 millones de barriles más que en mayo, sumó 328,3 millones de barriles. La mayor cantidad, junto con el encarecimiento del precio de la energía, elevó la factura petrolera hasta 14.577 millones de dólares (11.720 millones de euros), frente a los 13.700 millones de dólares (11.000 millones de euros) de mayo.Pero este incremento, como señala Goldman Sachs, "representa un tercio del deterioro global de la balanza comercial". Una reflexión que muestra que el desequilibrio comercial no puede achacarse sólo al encarecimiento de la energía, ya que los consumidores siguen demandando más productos extranjeros y la economía necesita alimentar sus altas tasas de crecimiento.

Entre tanto, las exportaciones se mantuvieron estancadas en 106.830 millones de dólares (86.000 millones de euros), debido a que la mayor fortaleza del dólar en junio encareció los productos estadounidenses.

En niveles récord

Por países, China vuelve a ser el principal quebradero de cabeza para EE UU. El déficit con el gigante asiático creció hasta 17.594 millones de dólares (unos 14.150 millones de euros), superando el récord previo de octubre (15.754 millones de dólares o 12.670 millones de euros), y se espera que se mantenga en torno a ese nivel en julio.

El déficit acumulado con China entre enero y junio asciende ya a 90.100 millones de dólares (73.000 millones de euros), frente a los 68.500 millones de dólares (55.100 millones de euros) de igual periodo del año pasado. También creció el déficit con Canadá (principal socio comercial de EE UU), Japón, México y la Unión Europea.

Así las cosas, los 58.820 millones de dólares (47.400 millones de euros) de déficit de junio exceden ampliamente los 51.500 millones de dólares (41.400 millones de euros) de media mensual registrada en 2004. Hace ahora un año, la balanza comercial de EE UU tenía un déficit acumulado entre enero y junio de 290.900 millones de dólares (234.000 millones de euros). Hoy son 342.900 millones de dólares (275.730 millones de euros) los que están en negativo y se va camino de superar el récord anual de 617.600 millones de dólares (497.000 millones de euros) con los que se cerró 2004. El déficit acumulado durante los últimos 12 meses se eleva ya a 686.000 millones de dólares (552.000 millones de euros).

A pesar de este cúmulo de datos negativos, los economistas de los principales bancos de inversión consideran que la economía seguirá creciendo con fuerza y esperan una expansión de PIB del 4% durante el tercer trimestre, frente al 3,4% (cifra provisional) del segundo trimestre. El impacto del precio del petróleo se estima en medio punto del PIB, según los cálculos del secretario del Tesoro, John Snow.