El Gobierno apoya a Arruche, aunque cree que se equivocó en sus declaraciones

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, afirmó ayer en el Congreso que el director general de la Guardia Civil, el teniente general Carlos Gómez Arruche, "goza de la confianza del Gobierno", a pesar de que, a su juicio, "se equivocó y estuvo desafortunado" cuando el pasado día 3, al ser preguntado por el caso Roquetas y las denuncias previas contra el teniente Rivas, imputado por la muerte de Juan Martínez Galdeano, se limitó a decir: "Que yo sepa no tiene nada contrario en su expediente personal y eso es lo que vale".

Arruche salió relativamente bien parado de la comparecencia de Alonso, ya que además de recibir el apoyo del Gobierno -aunque casi al final de la comparecencia del titular de Interior- ningún grupo pidió su dimisión. Lo más cercano a esto último fue la afirmación de Carme García (Izquierda Verde): "Usted dice que Arruche hizo en todo momento lo que tenía que hacer, pero mi grupo considera que hay responsabilidades muy importantes del director general de la Guardia Civil".

El ministro admitió que Arruche no estuvo acertado en sus manifestaciones públicas sobre el caso, pero que "hizo lo que tenía que hacer". Sobre sus palabras a la prensa, dijo: "Todos nos podemos equivocar y estar desafortunados en un momento dado en una u otra declaración".

No se enteró por Arruche

Alonso, además, relató que no se enteró de la existencia de las imágenes más crudas de los golpes propinados a Galdeano por Gómez Arruche, sino por una llamada, efectuada sobre las 22.00 del 25 de julio, del delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón. Fue a la mañana siguiente cuando el titular de Interior llamó al director general, quien le confirmó las informaciones del delegado y, ese mismo día, le abrió un expediente gubernativo al teniente para apartarlo del servicio e investigar su conducta.

Estas afirmaciones sirvieron a Ignacio Astarloa (PP) para intentar abrir una brecha entre Alonso y Arruche. "Usted ha dejado al director general a los pies de los caballos diciendo que se ha equivocado en lo que ha dicho y que no se enteró de los hechos por él". El ministro le contestó: "No trate de enfrentarme con Arruche. Es una persona que goza de la confianza del Gobierno y yo no le pongo a los pies de los caballos porque Arruche ha actuado bien (...) y el juicio a los subordinados se hace por los hechos, por lo que hacen más que por lo que dicen; porque lo que hacen es lo que da cuenta de la calidad del ejercicio del poder y porque, además, lo que se hace es irreversible. Lo que se dice siempre se puede corregir."