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Un incendio con llamas de 15 metros arrasa parte de un encinar en Galapagar

Los bomberos controlaron las llamas pasadas la una y media de la madrugada

Un incendio que se declaró a primera hora de la noche de ayer devastó entre 35 y 50 hectáreas de un encinar en el término de Galapagar. El fuego, con llamas de hasta 15 metros, se inició en la carretera que une este municipio con La Navata, y desde allí progresó hasta cruzar un vía paralela que une Galapagar y Torrelodones. Las grandes dimensiones que alcanzó el siniestro en los primeros momentos y el hecho que el bosque estuviera rodeado de urbanizaciones y chalés hizo que se desplazaran gran cantidad de medios de extinción. El incendio quedó controlado a la 1.40 de hoy.

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"Todo hace suponer que es un fuego intencionado", afirma un directivo regional

Unas 30 dotaciones de bomberos de la Comunidad y seis retenes de la Dirección General de Medio Natural lucharon anoche desde las 21.10 contra un pavoroso incendio declarado en el término municipal de Galapagar. Las llamas eran visibles desde la carretera de A Coruña. El fuego atravesó la carretera de Galapagar a La Navata, provocando dos focos de incendio. Los bomberos tuvieron que combatir el fuego con medios terrestres, ya que la noche imposibilitó la utilización de medios aéreos.

Uno de los focos llegó a tener un frente superior al medio kilómetro, mientras el otro rondaba los 300 metros, según técnicos de bomberos de la Comunidad de Madrid. En un principio se temió por todas las urbanizaciones y chalés que están dentro del encinar incendiado. Eso motivó que las primeras 10 dotaciones que envió el Gobierno regional al lugar de los hechos se vieran reforzadas por otra veintena desplazadas desde todos los puntos de la región.

El fuego de ayer resultó especialmente peligroso, ya que el viento, aunque a esa hora no era demasiado fuerte, fue moviendo las llamas desde la urbanización El Nido del Águila hasta la de Los Jarales, ambas en el término municipal de Galapagar. De hecho, en un momento del siniestro, los bomberos y la Guardia Civil sopesaron la posibilidad de evacuar la urbanización El Nido del Águila, ya que las llamas amenazaban las viviendas de la misma, según un portavoz de Emergencias 112.

Los efectivos contra incendios controlaron las llamas en este punto crítico. Los bomberos instalaron el puesto de mando en la urbanización Los Jarales, a unos dos kilómetros del segundo foco, que se creó después de que las llamas cruzaran la carretera de La Navata para dirigir desde allí todas las operaciones de extinción.

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Las altas llamas fueron pasando a gran rapidez entre las copas de los árboles, lo que dificultó las labores de extinción. Desde la urbanización Los Jarales se podía observar cómo cada vez que una encina ardía en su totalidad, una gran llamarada ascendía por encima de las copas de los árboles, como si se produjera un gran estallido, y el fuego volvía a reavivarse a su alrededor. El foco principal del incendio se veía rodeado completamente por los rotativos de los coches de bomberos y ambulancias.

A las 0.20 de hoy, los bomberos controlaron uno de los focos que amenazaba con la posibilidad de llegar hasta Las Rozas. A esa hora continuaba aún y sin controlar el primer foco, que se dirigía hacia Galapagar. Una media hora más tarde, los bomberos autorizaban el paso de vehículos por la carretera que une Torrelodones con la urbanización Los Jarales. Un portavoz de Emergencias 112 confirmó ya de madrugada que no hubo heridos.

La buena noticia llegó a la 1.40 de la madrugada de hoy. Lo que estaba llamado a convertirse en un incendio de grandes proporciones quedó controlado por la rápida acción de los bomberos y los retenes forestales (unos 150 integrantes). "Hemos tenido miedo de que esto alcanzara unas proporciones inimaginables por la virulencia que habían alcanzado las llamas", señalaron fuentes de Protección Ciudadana. Los bomberos tenían previsto dejar retenes durante toda la noche para controlar la zona perimetral del incendio y para evitar que se reavivara algún rescoldo. La superficie total siniestrada se conocerá a lo largo de hoy cuando pueda ser sobrevolada la zona por técnicos del Gobierno regional.

El director general de Medio Natural, Miguel Allué-Andrade, señaló que las llamas pudieron afectar a alguna zona del Parque Regional del Guadarrama. Este extremo también será controlado cuando los helicópteros de bomberos inspeccionen la zona desde el aire.

Fotografías esclarecedoras

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil estaban investigando anoche las fotografías que había hecho uno de los vecinos de las urbanizaciones de la zona, en la que se veía a una persona en las inmediaciones de donde se inició el fuego. Los guardias civiles intentaban localizarla para preguntarla si había visto a alguien sospechoso en las inmediaciones o incluso por si fuera el responsable del incendio.

Efectivos de bomberos acuden a sofocar el incendio desatado en el término municipal de Galapagar.
Efectivos de bomberos acuden a sofocar el incendio desatado en el término municipal de Galapagar.SANTI BURGOS

Un año de máxima alerta

Madrid

La Comunidad de Madrid ya había alertado al principio del verano que este año la región vivía uno de los peores en cuanto a riesgo de grandes incendios forestales. Por ello, ha montado un vasto dispositivo de prevención y extinción en el que participan 2.600 personas, entre bomberos, agentes forestales y técnicos.

Hasta la fecha, la Comunidad se había salvado de grandes incendios o de que las llamas afectaran a lugares de alto interés ecológico. La tónica se rompió ayer por la noche con el incendio de un encinar en el término municipal de Galapagar. Las semanas precedentes se habían caracterizado por llamativas columnas de humo esparcidas por toda la región, pero siempre correspondían a fuegos de pastos, cuyas labores de extinción también exigían la participación de numerosos medios terrestres y aéreos.

La región dispone de 400.000 hectáreas forestales, de las que la mitad son arboladas y el resto, de monte bajo y matorral. Para controlar estas áreas existen 19 parques de bomberos que se ven reforzados en la época estival por 18 parques estacionales. Se trata de llevar a los bomberos a los puntos de mayor riesgo y de que estén junto a las zonas de mayor valor ecológico.

Los 1.400 bomberos de la Comunidad se ven reforzados con otros 400 de la bolsa de trabajo regional. A ello se suman los esfuerzos de la Consejería de Medio Ambiente, que aporta al Plan Infoma (Incendios Forestales de la Comunidad de Madrid) a 780 personas, entre agentes forestales (250), técnicos y retenes (530). Éstos se dividen en 29 cuadrillas.

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