_
_
_
_
Reportaje:

El primer adiós a Gaza

Los colonos judíos comienzan a abandonar los asentamientos en dirección a poblados provisionales en Israel

Los primeros colonos han empezado a abandonar voluntariamente los asentamientos que ocupaban en la franja de Gaza para instalarse en algunos de los seis poblados de casas prefabricadas que el Gobierno de Ariel Sharon está construyendo en el interior de Israel. Son los disidentes de un movimiento colono constituido por unas 8.000 personas, cada vez más radicalizado y que en su gran mayoría se niega a dejar sus hogares y se prepara a enfrentarse a las fuerzas de la policía cuando, el próximo 15 de agosto, trate de desalojarlos por la fuerza, de acuerdo con lo previsto en el plan de retirada de Gaza.

"No he querido quedarme hasta el último momento, a que los soldados de mi propio país me sacaran de mi casa; no quería verlos llorar. Por eso estoy ya aquí", asegura Sara Duani, de 36 años, cocinera, madre de cuatro hijos y esposa de un camionero, mientras trata de descubrir los pequeños secretos de su nueva casa.

Es su primera mañana en el poblado de caravilas -una palabra recién acuñada estos días en Israel a medio camino entre la caravana y la villa o chalé- situado en el término municipal de Askelón, a poco menos de una treintena de kilómetros de los asentamientos de la franja de Gaza, en los que ha vivido durante los 12 últimos años.

"Esta noche [pasada] hemos dormido aquí y aún nos falta un poco de todo", afirma la mujer mientras observa por la ventana de la cocina un jardín minúsculo, orientado a la autopista y a la línea de ferrocarril, en el que piensa ya replantar algunos de los árboles de su antigua casa del asentamiento de Mitssanit, en el que vivía junto con otros mil colonos.

Sara Duani no ha llegado sola. Con ella han venido una veintena más de colonos, los primeros de este nuevo poblado construido a toda velocidad por el Gobierno israelí. Está compuesto por 160 casas de entre 60 y 90 metros cuadrados. En unas dos semanas, las autoridades terminarán la construcción de 190 viviendas más. Otros cinco poblados de características similares se están acabando de levantar en otros puntos de Israel para dar alojamiento a los colonos desalojados de la franja de Gaza.

"Nitzan dará alojamiento provisional durante dos años a los colonos de Gaza, mientras buscan una casa definitiva", recalca el ministro de la Vivienda de Israel, Itzhak Herzog, de 45 años, abogado y miembro destacado del Partido Laborista, que hoy ha acudido al poblado para dar oficialmente por inaugurado el proyecto y recibir a los primeros colonos de Gaza.

El ministro asegura que la reinstalación de los colonos constituye una operación humanitaria de envergadura gigantesca a la que su Gabinete ha destinado más de 500 millones de dólares, la cuarta parte de un presupuesto de 2.000 millones de dólares, que es el costo oficial y total del plan de retirada de la franja de Gaza, lo que incluye la destrucción de 21 asentamientos, en los que viven 8.000 colonos.

Aunque el reasentamiento de los colonos no ha hecho más que empezar, comienzan a escucharse ya las primeras quejas de los residentes en los nuevos poblados, que creen que las casas son demasiado pequeñas. Los ecologistas también temen que el impacto de las nuevas viviendas perjudique el cercano parque natural de dunas. Los ultrarreligiosos, mientras, piden que sus viviendas estén separadas de las de los laicos.

Pero en el poblado de Nitzan se escucha ahora, por encima de todo, el eco de los millares de colonos que tratan de concentrarse en la zona. Por tercera vez en poco menos de dos semanas, prosiguen las manifestaciones por las carreteras de la región en una maniobra desesperada destinada a hacer descarrilar el proceso de retirada de Gaza. Un gran despliegue de fuerzas policiales los mantiene a raya, al tiempo que paraliza a una multitud de seguidores y simpatizantes que tratan de tomar al asalto la zona de los asentamientos. Intentan convertirse en escudos humanos y reforzar las huestes del movimiento colono radical. Unos 13.000 soldados bloquean desde hace días la zona. El mando policial ha impartido órdenes tajantes, incluida la de utilizar la fuerza, para cerrar el paso a su marcha.

Sara Duani y sus hijos posan en su nueva casa fuera de Gaza.
Sara Duani y sus hijos posan en su nueva casa fuera de Gaza.RICARDO MIR DE FRANCIA

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_