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VISTO / OÍDO
Columna
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Bombas por comida

Corea del Norte tiene hambre: un hambre asiática. Está castigada porque su sistema de gobierno es aparentemente comunista. Aparentemente: en ningún país ha habido nunca un sistema realmente comunista porque los otros han acudido a cercarle, prohibirle, rechazarle: se probó en Rusia / Unión Soviética y funcionó. Tardó setenta años en hacer efecto, pero lo hizo y en ese tiempo pasó por "el comunismo en un solo país", considerable herejía que acabó con la Internacional; por el "comunismo de guerra", que fue realmente una guerra cruel, y otras fórmulas de las que salieron notables desórdenes, considerables crímenes.

Se repitió en Cuba, donde los cambios de propiedad, de producción, la instrucción popular, y algún desarrollo más se vio coartado y castigado no sólo por Estados Unidos, sino por todo el mundo, una vez que se acabó Rusia: y se acabó Rusia hasta físicamente, rota en pedazos, con guerras civiles, atentados gigantes, desgajamiento de repúblicas. Aquí: lo recuerdo, y lo sigo confirmando en los libros, lo que hicieron con la República: una vez proclamada y negada inmediatamente por sus enemigos, fue sometida a todas las vejaciones de los poderes internos, del matrimonio de curas y pistoleros, hasta que declararon cruzada santa para acabar con ella. Dos circunstancias se producen ahora que simulan aquello: una, la constatación de que los poderes de minorías opulentas pueden siempre más que los resultados de unas elecciones con mayoría sin poder social; otra, que los mismos enemigos siguen usando el lenguaje de guerra civil, falseando realidades y haciendo creer falacias. De todas formas no se repiten las circunstancias objetivas de entonces; no hay nazis fascistas fuera, la verdadera opulencia vive más allá de las de los cambios de gobierno y el ejército está tranquilo.

Corea del Norte: se le ha negado siempre la unificación con el Sur, se lo impidieron con una guerra que los Estados Unidos hicieron en nombre de las Naciones Unidas, el comunismo de espectáculo y de amo único es hasta teatral; pero ha seguido con el armamento; tiene bombas nucleares y proyectiles de suficiente alcance como para asustar mucho: y ahora la ayudan con víveres y consumo general si deja las bombas. ¿Quién reprochará a Irán que continúe su programa atómico, viendo lo que pasa, y lo que les pasa a sus vecinos? (Irak es una lección mayor: la atacaron porque no tenían bombas, pero fingiendo que las tenían).

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