La muerte de siete 'marines' en Irak eleva a más de 1.800 las bajas de EE UU

Al menos siete marines de EE UU han perdido la vida en los últimos dos días en Irak, seis de ellos en un mismo incidente, con lo que la cifra de soldados de esa nacionalidad desde la invasión del país árabe supera ya los 1.800. Uno de los grupos más violentos de la insurgencia, el Ejército de Ansar al Sunna, se hizo responsable de la muerte de los marines en duros combates librados en la provincia rebelde de Anbar, al noroeste de Bagdad. "Las cosas no marchan bien en Irak", reconoció el ministro de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw.

La pacificación de la provincia de Anbar, situada al noroeste de Bagdad, en el llamado triángulo suní, es uno de los principales objetivos de EE UU, consciente de que el resto del país no podrá estabilizarse por completo hasta que los focos insurgentes desaparezcan. Según el Ejército de EE UU, seis de los marines murieron el lunes cerca de la ciudad de Haditha, a orillas del río Éufrates, durante un enfrentamiento con la insurgencia. El séptimo perdió la vida el mismo día en una emboscada en Hit, no lejos de Haditha. Según la agencia Reuters, que trabaja con datos del Pentágono, con estas muertes la cifra de soldados estadounidenses muertos en Irak desde marzo de 2003 alcanza ya los 1.805, unos 1.400 de ellos en combate. Sólo en julio pasado murieron 60 militares de EE UU.

El ministro de Exteriores británico, en una entrevista que publicó ayer el diario Financial Times, afirmó que si la Constitución iraquí está redactada para el 15 de agosto y se somete a referéndum en octubre, como está previsto, podrá empezar a hablarse de la retirada de tropas extranjeras. "Porque, a diferencia de Afganistán, aunque nosotros somos parte de la solución y de la seguridad [en Irak], también somos parte del problema", reconoció Straw. Página 3