Un payés desaparece en Cardedeu a causa de la tormenta, que hizo descarrilar un tren

La lluvia duró escasamente 20 minutos en el Vallès, pero su intensidad provocó múltiples incidentes. El más grave se produjo en Cardedeu, donde bomberos y Mossos d'Esquadra buscaron infructuosamente a un agricultor que conducía un tractor. El agua arrastró el vehículo hacia la riera cuando el hombre circulaba por una pista forestal junto a la carretera C-35.

Al caer la noche, la búsqueda fue suspendida hasta hoy a primera hora. No obstante, un retén formado por Mossos d'Esquadra y bomberos de los Grupos de Refuerzo de Actividades Especiales (GRAE) permaneció en la zona donde desapareció el agricultor.

El hombre, de 67 años, es vecino de la localidad de Sant Pere de Vilamajor (Vallès Oriental). La desaparición se produjo tras volcar la cabina del tractor e inundarse. Los bomberos suponen que el agricultor fue arrastrado por las aguas torrenciales que cayeron en pocos minutos.

Un tren de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) que cubría el trayecto entre Barcelona y Terrassa descarriló a la entrada de la localidad de Rubí sobre las seis de la tarde, debido a un desprendimiento de tierras. Como consecuencia del accidente, 49 pasajeros tuvieron que ser evacuados. El servicio fue restablecido poco después.

En Sabadell las inundaciones llegaron a los túneles de la principal arteria urbana de la ciudad, la Gran Via. También afectaron a una importante vía de acceso a la ciudad, la rambla de Ibèria. Hubo múltiples destrozos, debido a las ramas que el agua y el granizo arrancaron de los árboles.El temor de que al abrir las puertas entrase una tromba de agua obligó a los clientes de un supermercado de Campoamor, en Sabadell, a encerrarse en el establecimiento hasta la llegada de los bomberos, y como prevención se desalojó una vivienda de la avenida de Barberà del Vallès. El Ayuntamiento de Sabadell responsabilizó de los hechos a la Agencia Catalana del Agua por no haber construido un colector al final de la calle de Campoamor. En opinión del consistorio, "el retraso injustificado de las obras perjudica a los ciudadanos". La lluvia también dejó sin luz a unos 2.000 abonados de la capital vallesana durante una hora.

Las precipitaciones también hicieron acto de presencia en el Maresme. Los bomberos tuvieron que hacer siete salidas en la comarca. Seis de ellas, por inundaciones: dos en Arenys de Mar y el resto en Sant Pol, Calella de Mar, Pineda de Mar y Cabrera. Y una séptima en Pineda de Mar para retirar un árbol que obstaculizaba la vía. El servicio de Renfe también se vio afectado en las líneas de cercanías C-1 y C-2, que se quedaron sin suministro eléctrico entre las 18.30 y las 19.20 entre las estaciones de Badalona y Barcelona.

La autopista AP-7 entre Cardedeu y Sant Celoni fue afectada especialmente por la tormenta de granizo, lo que hizo que no pocos conductores aparcaran en los laterales para evitar conducir bajo el pedrisco.

La tormenta "no ocasionó problemas demasiado graves" en la ciudad de Barcelona, según la Guardia Urbana, pero una treintena de semáforos sufrieron averías y el agua inundó las estaciones de metro de Besòs y Llucmajor (línea 4), que tuvieron que cerrar durante cerca de una hora, así como las de Espanya y Paral.lel (línea 3).

En el caso de las estaciones de la línea 4, el agua llegó hasta los andenes que quedaron inundados, y en las estaciones de la línea 3 la zona afectada fue la de los accesos, ya que el agua caía en catarata por las escaleras.

El agua alcanzó medio metro de altura en la salida 1 de la Ronda de Dalt (nudo de la Trinitat) y unas 15 tapas de alcantarilla saltaron por la presión del agua, la mayor parte en los barrios de Gràcia y en la avenida del Parallel.

40 salidas en Barcelona

Los bomberos realizaron unas 40 salidas en la ciudad de Barcelona, en la mayor parte de los casos relacionadas con inundaciones en aparcamientos y locales.

En la comarca del Baix Llobregat, la población más afectada fue Collbató, donde los bomberos tuvieron que actuar al inundarse una alcantarilla. En Esplugues, el viento tumbó un árbol, y la carretera de entrada a El Papiol quedó totalmente cortada por el agua.

Los incidentes de ayer afectaron de una forma u otra a las comarcas del Vallès Occidental y Oriental, el Baix Llobregat, el Penedès, el Barcelonès y el Maresme. Apenas 24 horas antes, el director de la Agencia Catalana del Agua, Jaume Solà, había anunciado la posibilidad de que un aguacero de verano provocara inundaciones en algunas zonas, así como un plan de actuaciones en 1.500 puntos del territorio para evitar las consecuencias de las trombas de agua que acostumbran a producirse, sobre todo, a partir del 15 de agosto y en septiembre. Se trata, en general, de actuaciones programadas desde tiempo atrás que se acentúan en agosto en previsión, precisamente, de episodios como el de ayer, que no es en absoluto inusual en época de estío. La diferencia entre la tormenta de ayer y las de otros años está en que se produjo tras un prolongado periodo de sequía, la más dura de los últimos 60 años, que ha forzado a restricciones en determinados usos del agua.