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NUEVA ETAPA POLÍTICA EN GALICIA

Fraga acepta reformar el estatuto sin incluir demandas soberanistas

El ya ex presidente de la Xunta pide un pacto en cinco grandes temas

El PP está a favor de reformar el Estatuto de Autonomía de Galicia en la presente legislatura, pero no a secundar "las demandas soberanistas de una minoría social y política que fue la que más bajó en votos", afirmó Manuel Fraga en su estreno como líder de la oposición. Fraga aceptó la oferta de diálogo y consenso formulada por Emilio Pérez Touriño y propuso ampliar y concretar el pacto en cinco grandes temas: autogobierno, infraestructuras, financiación autonómica, pacto local y, en fin, sobre las reformas del Estado de las Autonomías. En varias ocasiones, Fraga subrayó las diferencias entre los dos socios de Gobierno.

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"No resulta envidiable su posición, dada la composición de la coalición que le apoyo", comenzó diciendo Fraga. El BNG, a su juicio, no es el mejor aliado para ejercer un liderazgo firme y comprometido en defensa de la Constitución y de los principios que la inspiran. "Usted ha optado por aliarse con quien no se ha distinguido, hasta ahora, por tener claro que de la vigencia de esos principios constitucionales dependen, precisamente, nuestro progreso y bienestar", le dijo a Emilio Pérez Touriño.

El PP acepta la reforma consensuada del Estatuto de Autonomía, pero rechaza la definición de Galicia que recoge el pacto de socialistas y nacionalistas como "comunidad de carácter nacional", por estar en contra de lo que señala la Constitución, "que habla de una única nación española, patria común indivisible de todos los españoles", subrayó Fraga. Vinculó el pacto por el autogobierno a nuevos traspasos de competencias.

Eu oferta de pacto por las infraestructuras, el ex presidente defendió el Plan Galicia. "No esperábamos que no sólo omitiesen mencionarlo, sino que firmaran su defunción", se quejó. El Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT), por el que apuesta la nueva Xunta contra lo que sucedía con el Plan Galicia, "no contiene ni un solo plazo, ni un solo compromiso de inversión en Galicia".

El pacto sobre financiación autonómica, requirió Fraga, debe cumplir tres principios: multilateralidad, "mediante acuerdos multilaterales y consensuados entre todas las comunidades autónomas y la Administración General del Estado"; garantizar la autonomía y suficiencia financiera de las comunidades y, por último, la solidaridad, de manera que la mayor capacidad normativa de las autonomías no afecte a la equidad del sistema.

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En el impulso del pacto local "es evidente que nuestro concurso le será de mucha utilidad", aseguró Fraga, señalando que el PP gobierna en 218 de los 315 municipios gallegos. "Es bien sabido que fui yo el primero que demandó, desde 1990, una reforma del Senado para convertirlo en una verdadera cámara de representación territorial", para ofrecer "un gran pacto sobre las reformas del Estado de las Autonomías". El PP apoyará la reforma del Senado y otras propuestas que Touriño aludió "de pasada". Esto fue, según Fraga, "por la imposibilidad de aproximar posiciones con sus aliados nacionalistas, con los que mantienen diferencias irreconciliables".

"Las sociedades que más avanzan y progresan son las que saben conservar lo mejor de lo hecho en el pasado", prosiguió. Echó en falta esa actitud en el acuerdo programático de socialistas y nacionalistas. "La realidad es que usted no ha presentado un verdadero programa. Lo único que hizo fue, en algunos temas, anunciar la continuidad de lo que nosotros estábamos haciendo; otros, algunos de enorme relevancia, no los mencionó, y finalmente, en otros, se limitó a descalificar nuestro trabajo", resumió.

Fraga defendió los resultados de su Gobierno en aspectos como la educación, la sanidad, las políticas de igualdad, el sector forestal, el medio ambiente, la pesca, el deporte u otros, que reciben, mantuvo, "críticas injustas que sólo se pueden explicar como un intento de esconder las diferencias que los miembros de su coalición mantienen".

El líder popular concluyó expresando su confianza en que la nueva Xunta "no incurrirá en el error de querer comenzar de cero, porque Galicia demanda nuevos avances, no retrocesos, nuevas iniciativas, no desmontar lo mucho que se ha hecho en esta tierra".

Manuel Fraga, ayer, tras su intervención en el pleno de investidura de Emilio Pérez Touriño.
Manuel Fraga, ayer, tras su intervención en el pleno de investidura de Emilio Pérez Touriño.EFE

"Guerra está a mi derecha"

En lo que puede considerarse como su primera intervención como líder de la oposición en el Parlamento de Galicia, Manuel Fraga apartó la imagen bronca que tanta tinta ha hecho correr en su ya larga vida política. Por el contrario, estuvo más bien conciliador y acudió frecuentemente a la ironía: "Parece que están ustedes presentando no un programa de Gobierno, sino una moción de censura". Pero sin renunciar a sus principios: "No se puede partir España a cachos", dijo. Ni utilizar tan alegremente el término de nación. Recordó que eso no lo decía él solo, sino también cualificados socialistas, como Manuel Chaves o Alfonso Guerra. Cuando estaba en la política activa, Guerra utilizó a menudo la figura de Fraga como diana de sus invectivas, por carca y trasnochado, pero ahora, dijo Fraga, en relación con el pacto sobre las reformas del Estado de las Autonomías "está a mi derecha, es más conservador que yo".

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