Medio millón de coches en las carreteras
Inesperadamente fluida estuvo ayer la circulación en la mayor parte de las carreteras catalanas. El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) considera que hoy se producirán la mayor cantidad de retenciones de la operación salida de las vacaciones, que cae en fin de semana. Tráfico calcula que 650.000 coches saldrán de Barcelona y su área metropolitana, ya que sólo ayer sólo lo hicieron 180.000. "En general el sábado se producen más movimientos", explicó una portavoz del SCT.
La operación salida comenzó oficialmente a mediodía de ayer con retenciones leves en las salidas de Barcelona, en especial en la Ronda de Dalt y la Litoral, y en la carretera AP-7 a la altura de Martorell. Esta carretera es la más conflictiva porque concentra parte de los desplazamientos de los conductores catalanes y, además, el tráfico procedente de Europa que se dirige al sur de España, los países del Magreb y Portugal. Esta vía registró también atascos de siete kilómetros a la altura del peaje de El Vendrell (Baix Penedès)). Sobre las 19.00 horas se registraron atascos de 12 kilómetros en la carretera C-35, en Vidreres (Selva) hacia Llagostera, donde se habilitó un carril especial. Un accidente en la A-2, en Esparreguera (Baix Llobregat), provocó circulación lenta en 13 kilómetros, ya que se cortaron dos carriles en dirección a Lleida. En la AP-7 a su paso por La Riera de Gaià (Tarragonès) hubo pequeños atascos en dirección a Tarragona.
Está previsto que la circulación se complique durante el día de hoy y mañana, especialmente en las carreteras que llevan a las playas. Además el domingo coincidirán los automóviles que vuelvan del fin de semana y los que regresan de las vacaciones de julio, a los que se sumarán los que realizan desplazamientos desde otros países europeos. En la misma fecha del año pasadose trasladaron 190.000 coches en sólo 12 horas. La operación salida movilizará cada día a unos 500 mossos d'esquadra, que en los momentos de más retenciones controlarán las carreteras principales y después se concentrarán en las secundarias, donde practicarán controles de velocidad y alcoholemia.
