Soñar (en el 'best seller')

A propósito del tragicómico universo y el costumbrismo festivo de su volumen recopilatorio de cuentos, Todo y la recompensa. Cuentos completos (Debate, 2003), y a raíz de sus desenfrenos verbales en Porque parece mentira la verdad nunca se sabe (Tusquets, 1999), tuvimos ocasión de constatar que Sada ha venido siendo a un tiempo adicto y virtuoso del lenguaje. En Ritmo Delta, sin embargo, parece que sus páginas infestadas de jergas, ruidos, muecas y mexicanismos terruñeros -bizbirondo, cacajo, trompillos, chiclotes o calacas-, brillan por su ausencia, sustituídas por páginas en castellano global (no sea que tanto localismo disuada a multitudinarios lectores) que por fin sirven al sustento de una trama como dios manda, de modo que su prosa verbosa y lúdica, con la que construía personajes redimidos de su purgatorio existencial por obra y gracia de la palabra, ha sido derrotada por un estilo menos garboso y rendido al legítimo pero arriesgado sueño del best seller, el mismo que tiene su pareja protagonista, el viejo ciego Dagoberto, compulsivo creador de inéditos (el senex), y su nieto Roberto Pastrana (el puer), empleado de la ridícula Editorial Fronda (que publica manuales para escribir best sellers) y artífice de que El sueño ayuda a la telepatía, la mediocre y disparatada novela pergeñada por Dagoberto, triunfe como el libro de moda en librerías y grandes superficies. Ritmo Delta es una novela iconoclasta, que sonríe mientras desmitifica la idea de best seller, y es asimismo una novela paradójica, a la que su autor ha querido proveer de cuantas virtudes pueda reunir un best seller, a saber: humor, capítulos breves, estilo dócil, ritmo de mambo y argumento lisonjero, trufado de parodias, ricachones, periodistas, caricaturas y un denodado esfuerzo por ejercitarse en la sátira del mundillo editorial y en la burla de quienes disfrutan de los juguetes de la paraciencia (sueños simbólicos, gnosis, telepatía y demás). Es ésta una novela ingeniosa, que da pie a reflexionar en torno a la fabricación industrial del talento, a los fraudes y a las razones insondables por las que se puede llegar a aplaudir al inepto ignorando al valioso. Ritmo Delta es un divertimento estrafalario sobre la construcción de un best seller, una burla de los recetarios que aseguran el triunfo editorial, y un aliviadero jocundo de las miserias humanas y el papanatismo general.

Sada, grandísimo escritor,

marca con esta nueva novela un punto de inflexión en su trayectoria literaria, y ahora falta esperar a ver si estos multitudinarios lectores acuden en tropel a sus páginas, o si aquellos lectores más imaginativos que le eran fieles, y a los que no les importa el esfuerzo de tener que advertir la fábula bajo el lenguaje, o hasta comprobar que no hay más fábula que el lenguaje, siguen ahí.