El PSC votará contra las competencias "inconstitucionales" del Estatuto

El Partit dels Socialistes (PSC) anunció ayer que votará contra los artículos sobre competencias de la Generalitat incluidos en el proyecto de nuevo Estatuto catalán que hoy se aprobará en comisión parlamentaria. El PSC asegura que el capítulo competencial sigue presentando hasta 19 inconstitucionalidades. La votación escenificará el divorcio entre los socialistas y sus socios de Esquerra Republicana, que mantienen su alianza con CiU para blindar las competencias invocando los derechos históricos. El PSC sigue siendo contrario a este recurso, pero asegura que lo "acatará" si lo aprueba el Consejo Consultivo.

El sistema de financiación no es el único aspecto del nuevo Estatuto que llega a la votación en comisión sin consenso. El voto negativo de los socialistas al capítulo de competencias, que podría afectar a 62 de los 218 artículos de la reforma, supondrá que la comisión apruebe el capítulo competencial con los votos de CiU, ERC e Iniciativa per Catalunya (ICV). Los socialistas, junto al PP, votarán en contra por considerar que este capítulo contiene todavía "19 inconstitucionalidades" que ayer enumeró la ponente socialista, Lídia Santos.

El otro factor que ha motivado el "no" del PSC a uno de los capítulos más importantes del Estatuto es la voluntad de ERC y CiU de que el nuevo texto invoque los derechos históricos para blindar hasta ocho competencias. La posibilidad de un acuerdo entre socialistas y republicanos para solucionar este obstáculo todavía se entrevé lejana. La enésima reunión para acercar posiciones, protagonizada ayer por el primer secretario del PSC, José Montilla, y el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, acabó sin acuerdo.

Mientras el PSC mantiene que incluir los derechos históricos sitúa el texto en un estadio "preconstitucional", el ponente republicano, Joan Ridao, aseguró que si alguien debe rectificar es el PSC, porque "se ha quedado solo votando las competencias con el PP". Esquerra también rechaza de plano la oferta lanzada por el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, de aceptar definir las competencias exclusivas como "excluyentes" a cambio de retirar las referencias a los derechos históricos.

Una vez hoy se evidencie el desencuentro de socialistas y republicanos en las votaciones, todas las miradas quedarán puestas en el Consejo Consultivo, que dictaminará sobre la constitucionalidad del texto antes de su votación en el pleno del Parlament. Los socialistas aseguraron ayer que "acatarán" el dictamen en lo referente a los derechos históricos. "Estamos convencidos de que esta apelación es inconstitucional y que el Consultivo nos dará la razón", afirmó la socialista Lídia Santos. El republicano Ridao, convencido de lo contrario, aseguró que si el Consultivo rechaza la apelación a estos derechos "será desde una perspectiva de oportunidad política y no de estricta legalidad".

En medio de la batalla entre PSC y ERC, el otro socio del tripartito, ICV afirmó que sólo el PP dispone de argumentos para oponerse al Estatuto. El líder ecosocialista, Joan Saura, defendió el texto estatutario, que consideró como "política y socialmente muy avanzado". "Ni CiU ni el PSC pueden oponerse a él", agregó.

Precisamente para asegurarse el apoyo del PSC en un punto básico como es la transferencia de competencias mediante el artículo 150.2 de la Constitución, CiU, ERC e ICV-EUiA han acordado renunciar a esta vía para pedir el traspaso de las competencias del control sobre fronteras. Los socialistas eran reacios a ello por considerar que la policía autonómica catalana, todavía en fase de despliegue, aún no está en disposición de asumir nuevas competencias.

Pero los republicanos, dispuestos a renunciar a algunas transferencias competenciales han anunciado que no permitirán que el Estatuto que se apruebe en el Parlamento catalán sea modificado esencialmente durante su debate en Las Cortes. ERC mantiene intacto su acuerdo con CiU para pedir la retirada del texto si éste es recortado. Sin embargo, el Estatuto vigente no aclara si los votos de ambas formaciones serían suficientes para lograr dicha retirada.