Pla afirma que en materia de agua hace falta "tranquilidad"

El trasvase Júcar-Vinalopó ha generado una gran polémica social y política, y ha divido a regantes y poblaciones de la Ribera y las comarcas alicantinas. La posible solución al conflicto tampoco contentará a todos, como quedó patente ayer en la reunión que celebró el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, con las principales organizaciones agrarias, los regantes del Júcar y los usuarios del futuro trasvase en el Vinalopó. Pla explicó a los afectados directos por el proyecto la posición de los socialistas valencianos antes de hacer pública su apuesta por el cambio de trazado del trasvase si el Ministerio de Medio Ambiente, responsable último de la obra, cumple ciertas condiciones.

El secretario general del PSPV-PSOE logró el apoyo de los regantes del Júcar, que han insistido en el cambio de toma, y también del secretario general de la Unió de Llauradors, Joan Brusca, y del presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Cristóbal Aguado, quienes coincidieron en señalar tras el encuentro que la alternativa busca el consenso y rebajará la tensión entre los regantes. Ambos pidieron que la obra se ejecute con las garantías expuestas por Pla y con la previsión de finalizar en 2009. Los representantes del Vinalopó rechazaron cambiar la obra y el presidente de la Junta Central de Usuarios, Andrés Martínez, acusó a Pla de "mentir" en torno a la alternativa, aunque la reunión después se calmó, según varios asistentes.

Pla recalcó que el trasvase "es incuestionable" y que la modificación del proyecto deberá asegurar una mayor disponibilidad de agua para el Vinalopó. El secretario general de los socialistas valencianos destacó que el retraso en la modernización de regadíos en el Júcar, que debe generar sobrantes para el trasvase, es la "principal causa" de la "incertidumbre" del proyecto actual y de la falta de recursos hídricos, una situación de la que responsabilizó a la Generalitat. "Al final para garantizar agua para el Vinalopó hay que cambiar la toma del agua del Júcar", dijo Pla.

Para el dirigente socialista, la alternativa salvaguarda el río Júcar, como exige la Ribera, y también dará agua al Vinalopó. "Somos conscientes de que éste es un proyecto imprescindible, pero también que esta Comunidad necesita tranquilidad en materia de agua y paz entre aquellos que utilizan y usan el agua", dijo Pla. Para alcanzar este objetivo la modificación del trasvase deberá cumplir una serie de requisitos. El primero de ellos es que la nueva toma de agua en el Azud de la Marquesa implique "la garantía de más agua para el Vinalopó", como reflejan los estudios sobre esta alternativa. Los socialistas también pedirán al ministerio que la infraestructura sea pública y se ejecute "íntegramente con fondos públicos", de forma que los usuarios del Vinalopó -que ahora aportan 75 millones de euros- no paguen por el agua hasta que llegue a sus comarcas, y de inmediato se elaboren las normas de explotación de la infraestructura. Además, la decisión de modificar el trasvase deberá ser simultánea a la licitación del proyecto básico del trazado alternativo junto a las obras, con una declaración de urgencia que permita acortar todos los plazos. Finalmente, una comisión de seguimiento de todas las partes supervisará el cumplimiento del plan y las actuaciones de recuperación del Júcar, así como la modernización de regadíos. Pla reconoció que la alternativa causa "reticencias" entre los socialistas alicantinos, pero aseguró que en el PSPV-PSOE "no habrá ningún tipo de fisuras". "El PSPV tiene muy claro que ésta es la solución para el Vinalopó y que es la solución que evita el conflicto actual", enfatizó.