2.000 taxistas protestan contra el nuevo reglamento de Aguirre

Unos 2.000 taxistas de la Federación Profesional y de Autónomos Unidos de la Asociación Gremial pararon ayer en algún momento del día en protesta contra el nuevo reglamento que permite acumular a cada profesional hasta tres licencias y que suprime la dedicación exclusiva. La mayoría se concentró en un gran aparcamiento de taxis del aeropuerto de Barajas. La protesta apenas afectó a los usuarios, excepto por la mañana, cuando los viajeros tuvieron dificultades para hallar coches libres en Barajas. Mientras, los 4.000 miembros de la Gremial del Taxi, que apoyan el reglamento de Esperanza Aguirre, trabajaron con normalidad.

Los taxistas lo llaman la lucha del pequeño contra el grande. "Si una persona puede tener a su nombre tres coches y subarrendar su taxi a trabajadores de otros sectores, que se dediquen a esto sólo unas horas, el autónomo, que necesita descansar, y tiene que parar, está muerto", explica Ramón Zarza, vicepresidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid. Es uno de los 2.000 profesionales que ayer participaron en la protesta contra el futuro nuevo reglamento elaborado por el Gobierno autonómico y que sustituye al de 1979. Pese al enfrentamiento existente en el gremio, ayer no hubo incidentes.

En Madrid hay 16.000 taxistas. Están en contra de este nuevo texto los 4.500 miembros de la Asociación Profesional del Taxi de Madrid y los 2.600 de Autónomos Unidos de la Asociación Gremial. A favor, en cambio, están los 3.900 taxistas de la Gremial.

Las dos asociaciones contrarias al proyecto de Aguirre no piensan ceder en sus reclamaciones, y hoy por la mañana se manifestarán en la Puerta del Sol, coincidiendo con la reunión del Consejo de Gobierno regional en la que previsiblemente será aprobado el nuevo reglamento.

Cuatro taxistas están en huelga de hambre en la iglesia de San Carlos Borromeo, de Vallecas, para protestar por el nuevo reglamento. Ayer, siete mujeres taxistas se encadenaron a la puerta del templo por la misma causa.

Hasta ahora, según el reglamento de 1979, cada taxista sólo podía tener una licencia por persona física, y un taxista era un profesional que se dedicaba exclusivamente a este sector. El nuevo texto, en cambio, propone que se amplie hasta tres el número de licencias y que no haya dedicación exclusiva. En Madrid hay 16.000 licencias y no se pueden conceder más. "Eso supone que un taxista con tres licencias, para amortizar lo que ha pagado, tendrá que mantener funcionando el taxi durante las 24 horas", según Santiago Martín, uno de los que están en huelga de hambre.

El nuevo reglamento "pone en juego la calidad y la seguridad de trabajadores y usarios", según José Quintana, portavoz del PSOE en asuntos de Transportes. "El que se puedan compatibilizar otros trabajos con el de taxista, entraña un gran riesgo: el que supone que alguien que ha trabajado ocho horas en otro sector puede ponerse después al volante de un taxi", apuntó Quintana.

El PSOE acusó a la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y a la consejera de Transportes, María Dolores de Cospedal, de aprobar el texto "sin consenso ni el referéndum prometido". Aguirre ha incumplido su compromiso de tener aprobado en marzo de 2004 un nuevo reglamento, en sus primeros 100 días de mandato.

El ex consejero de Transportes Francisco Granados intentó hace un año ampliar el número de licencias hasta seis, lo que provocó un revuelo en el sector. Aguirre dijo entonces que el texto se alcanzaría "por consenso". Ahora, Cospedal ha roto la promesa porque cree "que éste no es el mejor sistema para regular el sector". La consejera y el vicepresidente primero, Ignacio González, recordaron ayer que "la mayor parte del sector está de acuerdo con el reglamento". Pero Quintana replica que el 40% de los afiliados a la Gremial son los autónomos que se oponen al reglamento.