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Tribuna:DEPORTES
Tribuna
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El reequilibrio de los barrios: una urgencia con o sin Juegos Olímpicos

La portavoz de Izquierda Unida analiza en el artículo la situación del proyecto olímpico después de la elección de Londres en Singapur, así como el futuro de la candidatura

La vida sigue y las obligaciones también. Una candidatura tiene la obligación de superar la idea concreta de una celebración concreta y, cuando se trabaja en un proyecto, hay que tener en cuenta el largo plazo y saber que los grandes ejes de intervención tienen que plantearse para el supuesto de obtener o no la organización de un evento deportivo. Si hubo un apoyo mayoritario al proyecto fue sustentado en la posibilidad de transformación consensuada y participada de la ciudad. Cada una de ellas quiere dotar a los proyectos olímpicos de una identidad que sepa resumir en la percepción de la gente las oportunidades que se ofrecen para la ciudad candidata.

En Munich fue la tecnología, en Barcelona la relación de la ciudad con el mar, en Sydney el medio ambiente. Si a esto se le suma la gran necesidad que tiene Madrid de reordenar y equilibrar su propio sistema deportivo se abren más que suficientes elementos de trabajo y de interés general para la ciudadanía. Es justo reconocer que en la primera fase de la candidatura estos objetivos se plantean y se inician y que sería en fases posteriores cuando se iría comprobando la verdadera voluntad de gestionar el proyecto fijando prioridades y concretando los compromisos de mejora para la ciudad. Los objetivos de reequilibrio del sistema deportivo de la ciudad, el compromiso de políticas medioambientales activas o formalizar inversiones públicas destinadas al reequilibrio social, urbanístico y económico de determinados barrios y distritos sigue siendo, con Juegos Olímpicos o sin ellos, una necesidad inaplazable. Estos compromisos que generaron el consenso deberían ser ahora susceptibles de un diálogo sosegado con una verdadera intervención ciudadana que otorgara capacidad real a sectores profesionales, ecologistas, a organizaciones sociales y a los movimientos vecinales o deportivos.

Hay que redimensionar los proyectos y dotarlos de buenas prácticas ambientales
Es necesario un plan director para controlar la descentralización del deporte

Ahora, después de Singapur, es el momento de no dar bandazos que puedan significar caminar en dirección contraria a la que se predicaba. Se habían creado estructuras que, por lógica, hay que adecuar; en algunos casos, como la oficina técnica 2012 tenían sus condiciones de continuidad vinculadas a obtener la organización de los Juegos. En otros casos, como la empresa de infraestructuras olímpicas u otras, necesitan ser revisadas, pero, en ningún caso, se puede actuar desde decisiones unilaterales que rompan una visión de conjunto y que creen un vacío que favorezca, directa o indirectamente, que el equipo de gobierno municipal haga su propia reorganización olvidando los compromisos y apoyos de otras instituciones y ciudades. Se trata, en suma, de no generar más problemas que soluciones.

Desde IU hemos venido demandando un Plan Director del Deporte para la Ciudad que controle el proceso de descentralización del deporte seguido en Madrid y que garantice un acuerdo por el deporte de base y el acceso generalizado a las instalaciones desde un modelo inequívoco de gestión pública. Este plan debe, a su vez, comprometer y definir las inversiones necesarias para la adaptación y modernización de instalaciones, así como nuevas construcciones deportivas que den nuevas y solventes oportunidades a la práctica generalizada de esta actividad, al deporte femenino, a los clubes, a las asociaciones deportivas de barrio o al deporte escolar.

En la misma línea de diálogo hay que situar la gestión de las infraestructuras olímpicas. Hay que redimensionar los proyectos y dotarles de buenas prácticas ambientales, pero también de gestión para que su utilidad redunde en el beneficio de la colectividad. Estas actuaciones tienen que significar también un valor añadido al reequilibrio de los distritos y de los barrios a través del firme compromiso de llevar a cabo intervenciones emblemáticas que cambien de manera real la situación de estas zonas ya sea a través de la implantación de centros de tecnología, infraestructuras de transporte o de ámbito deportivo. Por todo esto, no es el momento para las simplezas ni para tomar decisiones precipitadas o hacer valoraciones políticas demagógicas, interesadas o, en algunos casos, descabelladas. Estas prácticas sólo contribuyen a que la ciudadanía en general y la más escéptica en particular vislumbre grandes dosis de oportunismo e improvisación.

Desde la propia ciudad tiene que plantearse la reflexión y el análisis salvaguardando los compromisos de fondo como los ya referidos al sistema deportivo o a los condicionantes medioambientales. En suma, compromiso inaplazable y rotundo por hacer de los barrios que hoy están peor que mañana estén mejor. A partir de ahí, quienes tengan que decidir si se opta de nuevo a la organización de unos Juegos y cuándo, es otro debate. El de hoy es en el marco de la ciudad y para la ciudadanía.

Inés Sabanés Nadal es portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida

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