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El IVF contrató con una empresa de la que fue consejero su director

Pérez Boada perteneció a la compañía Trasgos de noviembre de 2003 a febrero de 2004

Trasgos Comunicación, SL, una empresa de publicidad, ha ampliado en los últimos años su abanico de clientes institucionales siguiendo la estela del ex concejal del PP en el Ayuntamiento de Valencia y actual director del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Enrique Pérez Boada, que durante unos meses figuró como consejero de la compañía. Pérez Boada, como director del IVF, ha adjudicado a Trasgos el montaje de un stand, informes para la presentación del plan de inversiones de la Generalitat y un logotipo para la empresa pública Valencian Community Investment.

Constituida en el año 1994 por dos socios -Antonio Puig Payá y José Vicente Peris Montesinos- con un capital de 3.000 euros, Trasgos, que trabaja mayoritariamente en el sector privado -alrededor de un 80% de sus clientes son empresas privadas y sólo el 20% son entidades públicas, según indicó Puig Payá, director de la empresa-, metió cabeza en el Ayuntamiento de Valencia en la época en que Pérez Boada era concejal de Deportes con Rita Barberá. Y empezó a recibir encargos, casi siempre de escasa cuantía, para organizar campañas de promoción del deporte o diseñar folletos destinados a publicitar las actividades de la Fundación Deportiva Municipal. Así, organizó la campaña Deporte para todos... A cualquier edad, y elaboró el libro El deporte municipal en la Valencia del siglo XXI con motivo del 20º aniversario de la fundación, con el que el Ayuntamiento pretendía hacer un chequeo al mundo del deporte valenciano. También recibió encargos de otras concejalías, como la de Juventud y la de Urbanismo.

Enrique Pérez Boada abandonó a principios del año 2002 el Ayuntamiento para pasar al sector privado como directivo de la compañía Telefónica; fue entonces cuando los directivos de Trasgos, que habían tenido buen trato con el concejal, le ofrecieron integrarse en la empresa. "Le queríamos fichar", dice Puig Payá. Pretendían aprovechar su experiencia en la organización de eventos y, obviamente, también sus buenas relaciones, según relata el directivo. Finalmente, en noviembre de 2003, Pérez Boada, que desde su puesto en Telefónica también contrató en una ocasión a Trasgos, aceptó incorporarse a la empresa. "Me ofrecieron entrar como asesor o consejero, y acepté, siempre me ha gustado ese mundillo de la publicidad y la comunicación", recuerda el ahora director del IVF, quien precisa que en los dos meses en que figuró como consejero de la empresa -del 11 de noviembre de 2003 al 27 de febrero de 2004- no percibió ninguna remuneración y ni siquiera asistió a reunión alguna del consejo.

Pero la vida de Pérez Boada dio un nuevo giro a principios de 2004. A finales de enero fue invitado por el consejero de Economía, Gerardo Camps, a acudir al certamen Fitur en Madrid. Allí, el consejero y el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, le ofrecieron hacerse cargo del IVF. Y, tras aceptar el cargo, Pérez Boada optó por dejar Trasgos. "No llegó a intervenir" en la empresa, dice el director de Trasgos en referencia a Pérez Boada.

Antes de la llegada de Pérez Boada a la Administración autonómica, la empresa de publicidad ya había trabajado para la Generalitat, en concreto para la Consejería de Sanidad, que en el año 2000 le contrató, a través del Instituto Valenciano de Estudios de la Salud, la campaña Iniciativa Mujer y Salud. También había elaborado, para el mismo departamento, el proyecto de imagen corporativa de la Agencia Valenciana de la Salud, así como la Carta al paciente, entre otros encargos. Proyectos, en su mayor parte, de poco dinero, según el director de Trasgos, Antonio Puig, quien lamenta que su empresa no ha tenido acceso a grandes campañas o eventos, puesto que prácticamente sólo ha recibido encargos para catálogos, montaje de stands y presentaciones.

Una vez en el IVF, Pérez Boada ha adjudicado a Trasgos el montaje de un stand para la presentación de un proyecto. "Lo hicimos porque nos llamaron del IVF sin saberlo Quique

[Pérez Boada]" asegura Puig Payá, quien añade que en varias ocasiones han recurrido a ellos porque "hay confianza y saben que pueden encargarnos un asunto de un día para otro". El directivo recuerda, por ejemplo, cómo un día de julio del año pasado le llamaron para pedirle, para el día siguiente, 10 informes para la presentación del plan de inversiones de la Generalitat. Puig Payá comenta también el caso de la empresa pública Valencian Community Investment. Desde la Consejería de Economía y Hacienda les encargaron un logotipo pero, luego, la parte del león, la presentación pública de la compañía, fue adjudicada a otra empresa del sector de la publicidad.

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