Alarma en Italia y Francia

Italia y Francia reforzarán sus medidas de seguridad para defenderse de posibles ataques terroristas, tras la alarma desatada por la campaña de atentados que vive Londres.

Aunque ninguno de los dos países ha sido objetivo reciente de los radicales islamistas, ambos pondrán en marcha, ante la dificultad mostrada por las fuerzas de seguridad europeas para evitar los ataques, las medidas más sofisticadas para mantener sus ciudades a salvo.

El ministro del Interior italiano, Giuseppe Pisanu, que ayer aseguró que "podría ser sólo cuestión de tiempo que Italia fuera atacada", anunció que su país creará una superfiscalía antiterrorista, aumentará las penas relativas a este tipo de crímenes y forzará a todos los sospechosos de terrorismo a realizarse pruebas de ADN. Éstas son algunas de las 19 medidas previstas en un paquete aprobado ayer por unanimidad por el Consejo de Ministros italiano, que finalmente no suspenderá la aplicación del Tratado de Schengen sobre Libre Circulación.

Italia, firme aliado de EE UU, ha recibido amenazas a través de Internet para retirar las tropas que mantiene desplegadas en Irak. A pesar de que Francia se ha mantenido alejada de las operaciones estadounidenses en el país árabe, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, se mostró ayer "muy preocupado" por los atentados y anunció el comienzo de una operación de "diagnóstico precoz" de elementos islámicos radicales. "En Francia, todo el mundo tiene derecho a practicar su religión, pero la edad de los kamikazes hace pensar en la influencia que algunos clérigos pueden tener sobre las mentes débiles", afirmó.

Sarkozy, que ayer se encontraba en Córcega en visita oficial, dijo que también crecerá el presupuesto dedicado a cámaras de vigilancia y análisis de material telefónico con la mayor rapidez.