La 'accidentada' variante de Pasaia podría entrar en servicio a comienzos de 2007

La variante de Pasaia -la conexión de la N-I con la autopista A-8 en dicho municipio- podría estar en servicio durante el primer semestre de 2007, casi con tres años de retraso. Es una obra que acumula numerosas penalidades. El consejo de diputados ha acordado esta semana liquidar el contrato con las empresas, a las que abonará 1,17 millones de euros por la obra realizada desde la última certificación.

La variante de Pasaia debió abrirse al tráfico en julio de 2004. Sin embargo, la unión de empresas (UTE) formada por Gedi, Sukia, Asfaltos Naturales del Campezo y Olabarri solicitó dos meses antes de esa fecha una modificación del proyecto que suponía ampliar el plazo hasta agosto de este año y aumentar en 6,6 millones el coste inicial de la obra, adjudicada en abril de 2002 por 33 millones, un 16% por debajo del presupuesto de licitación. Las empresas volvieron a incumplir los plazos, por lo que la entidad foral decidió rescindir el contrato que plantearon las propias empresas. Las máquinas no trabajan en la variante de Pasaia desde finales de febrero.

Tras liquidar el contrato, la Diputación tiene previsto aprobar en breve un nuevo proyecto de licitación, de tal forma que la obra podría adjudicarse a finales del próximo mes de septiembre, según anunció ayer el portavoz foral, Koldo Azkoitia. Lo que resta de obra podría ejecutarse en un plazo de 16 meses, pronosticó Azkoitia, aunque este periodo podría recortarse durante la fase de concurso. Azkoitia expresó su deseo de que durante el primer semestre de 2007 culmine este "proyecto desagradable".